Durante la semana del 9 al 13 de Abril de 2012, se ha desarrollado en las instalaciones de la S.D. La Salle, el ya tradicional Campus de Semana Santa.Con este nombre, hace ya algún tiempo, se inició esta aventura, en la que se pretendía reunir a un grupo de pequeños futbolístas, y trabajar con ellos, durante una semana, determinados aspectos técnicos y tácticos que pudieran ayudarles en la mejora de las prestaciones en su juego de competición. Hoy día, este sueño, no sólo es una realidad, sino que tiene unos cimientos sólidos y casi imposibles de derribar.
Con una planificación milimétrica, donde nada se encomienda al azar, aprovechando la experiencia acumulada de las anteriores ediciones, y con una visión autocrítica que ha permitido solucionar aspectos que no fueron tan positivos en el pasado, el desarrollo de este Campus ha sido tan fluido, tan natural, que desde fuera, daba la sensación de que no era tan complicado dirigirlo ni llevarlo a cabo. El gran mérito de este éxito es sin lugar a dudas del gran trabajo, compromiso y profesionalidad de los entrenadores encargados de dirigirlo. Miguel Soler, Amedeo Spadaro, Tomeu Rigo, Tomás Serapio y Jaume Martorell, mi más sincera enhorabuena, por el trabajo tan eficiente y de altísimo nivel que habéis realizado en este Campus. También, sin lugar a dudas, agradecer el extraordinario comportamiento de los pequeños futbolístas que han participado, ya que sin su presencia, no hubiera sido posible llevar a cabo esta experiencia. Tampoco nos podemos olvidar de los padres de los futbolístas, a los que también hay que dar las gracias, por decidir elegirnos para ayudar al perfeccionamiento futbolístico de sus hijos.
Al igual que en el anterior Campus de Navidad, una de las grandes innovaciones que se han producido en éste, ha sido el movimiento de los grupos de niños, en torno a los diferentes ejercicios desarrollados por cada monitor: en un momento concreto cada monitor llevaba a cabo un ejercicio, y los diferentes grupos de niños, iban pasando por todos y cada uno de estos ejercicios. Los monitores iban cambiando de ejercicio, y los grupos iban rotando por todos ellos. De esta manera, no se perdía tiempo entre ejercicio y ejercicio, cuando un grupo acababa uno de ellos, y directamente pasaba a hacer el siguiente, ya preparado, con el siguiente monitor. Esta forma de trabajar es sumamente eficiente y provechosa, como hemos podido comprobar.
Me ha encantado la diversidad de ejercicios, cada uno de ellos dirigidos a fortalecer diferentes aspectos técnicos del futbolísta. También me ha sorprendido la fluidez con la que los monitores proponían trabajo, y la fantástica respuesta por parte de los niños, muchos de ellos, veteranos ya de nuestros Campus.
No nos podemos olvidar de una de las principales innovaciones del anterior Campus de Navidad, y que también ha sido el producto estrella de éste: la máquina «lanza balones». En nuestro afán de superarnos día a día, se realizó una gran inversión en este fantástico producto. Esta máquina, que permite lanzar balones para diferentes fines, tanto para la preparación de porteros, como para preparación defensiva y ofensiva, ha sido una de nuestras principales herramientas de cara a la tecnificación, en este Campus.
Y ya para finalizar, no me puedo olvidar de lo bien que lo han pasado nuestros niños en este Campus: después de trabajar a tope desde las 9:00 horas, a partir de las 13:00 aproximadamente, cada día, se disputaba el ya tradicional «mundialito». Diferentes equipos peleaban entre ellos, para ver quién era el mejor del día, el Campeón. Así es nuestro Campus: trabajo y disciplina, pero como no, también esparcimiento y diversión.
Gracias a todos los participantes en este Campus, que ha resultado ser de un extraordinario nivel, un éxito total, y contamos con todos vosotros para el siguiente.
Diego Torres para Fútbol Balear
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