PEP CÓRCOLES. INCA Mateu Ferrer es un joven de 21 años, jugador del Constància, que el pasado domingo entro en la leyenda del club. Fue el autor del gol del ascenso en el minuto 94. Fue el encargado de devolver la ilusión a una afición que ya se veía un año más en Tercera.
¿Ha asumido ya lo que ha pasado?
Lo estoy asimilando poco a poco. Hablo con mucha gente que me para por la calle y me dice que no se lo cree aún. Pero miro los periódicos y lo he de creer. Yo estaba allí, metí el gol y nunca lo olvidaré.
Usted sustituyó a un compañero a pocos minutos del final. El partido estaba empatado y en esos momentos el ascenso era del Villarrobledo ¿Qué le dijo el entrenador?
Me dijo unas palabras que llevo grabadas a fuego desde ese momento. Me abrazó y dijo: ´Mateu, tú eres de Inca y te lo mereces; sal y mete el gol´. Yo salí supermotivado, con 200 caballos de fuerza.
¿Recuerda la jugada?
Perfectamente. Se produjo una falta frente al área y Guasp fue a sacarla, yo me coloqué escorado a la derecha esperando un rechace. Guasp lanza al palo izquierdo, Víctor se levanta y de cabeza me la pasa; el portero se descoloca y yo veo la mía, un hueco a su izquierda; cabeceo con toda mi alma y entra. Cuando vi que la red se movía mi corazón parecía estallar. Empecé a correr hacia mi padre y mi abuelo, que estaban en la grada
¿Qué le dijo su padre?
Cuando acabó el partido me abrazó y no le salían las palabras. Mi madre me hablaba por teléfono llorando. Fue un momento muy emotivo.
¿Cuánta gente le ha llamado?
Muchísima, mis amigos, mis parientes, gente de Inca que no conozco de nada. Es que voy por la calle y me paran para estrecharme la mano. Yo se lo agradezco pero este logro es de todo el equipo que ha peleado por devolver la ilusión a Inca. Sin todos ellos no se hubiera conseguido.
¿Cómo califica la temporada que ha acabado?
Para mí ha sido complicada. Decidí cambiar de aires al principio y fiché por el Poblense. Hice una buena pretemporada pero después no tuve oportunidades. En el mercado de invierno recibí la llamada de Miquel Garriga (director técnico del Constància) que me ofrecía volver a casa. Yo soy constancier desde niño y no lo dudé. Volví a defender mis colores: el blanco y el negro.
¿Y el final?
€Ha terminado de la mejor forma posible. Ya no quiero acordarme de las dificultades, estoy contento por mí, por mis compañeros y por Inca.
¿Está donde quiere estar?
Los niños de Inca a los que les gusta jugar a fútbol tienen una meta desde el principio: jugar con el Constància. Yo soñaba vestir de blanco y negro. Yo quiero seguir aquí si me quieren y quiero llevar al Constància a lo más alto que pueda.
¿Y ya le han dicho algo?
No. Bueno, el presidente me ha felicitado y todos los demás también, pero del futuro aún no hemos hablado. El jueves tenemos entreno y supongo que nos dirán algo.
¿Cómo ve la próxima temporada?
Puede ser muy emocionante. Creo que el Baleares subirá a Segunda A y ojalá que el Binissalem, Montuïri y Lloseta asciendan con nosotros. Eso haría que durante el año se celebraran derbis de máxima rivalidad, casi una lucha de gladiadores. Creo que devolveríamos la emoción al fútbol balear y el aficionado disfrutaría a tope.
Diario de Mallorca
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