El ascenso a Segunda División B del Binissalem, así como la renuncia del S’Horta a jugar en la competición balear la próxima temporada permiten que el descendido Ferriolense recupere su plaza y que el Formentera sea nuevo equipo de Tercera División al ocupar el hueco que deja libre el Sporting Mahonés.
El club que preside Felip Portas, de esta manera, ve cumplido el sueño de competir, 32 años después, en categoría nacional sin necesidad de jugar el partido de repesca frente al combinado mallorquín.
En en seno de la entidad formenterense reinó la ilusión y la esperanza tras saberse que el S’Horta votó, entre sus directivos, su no participación en la Liga autonómica tras conocerse el resultado del Binissalem-Real Madird (0-2 en la ida y 3-1 en la vuelta). Pero los rectores del Formentera tuvieron que esperar hasta prácticamente las doce de la noche para conocer la noticia. Y es que sus homónimos mallorquines no se pusieron de acuerdo tan fácilmente. Al final, las novedades que llegaron desde la Isla vecina fueron positivas y provocaron que, después de tanta tensión, pudiera celebrarse el ascenso, aunque fuese de carambola.
Sea como fuere, el Formentera, a la espera de que la Federación le ratifique en la nueva categoría, es nuevo equipo de Tercera División después de intentar alcanzarla durante las dos últimas temporadas. La directiva que encabeza Felip Portas diseñó un proyecto para subir de cinco años y ha hecho falta menos tiempo de lo esperado para que el equipo rojillo milete, más de tres décadas después, en la competición balear junto a los tres representantes ibicencos: San Rafael, Peña Deportiva y Atlético Isleño.
Desde mañana lunes, los directivos del club empiezan a planificar el nuevo reto deportivo, pero, sobre todo, deberán decidir si quieren que el preparador Miguel Ángel Ruiz sea el míster que lidere al grupo, ya que, el cordobés acaba contrato esta campaña y, según ha podido saber esta redacción, nadie del formentera le ha ofrecido la renovación.

Francisco Natera

Fútbol Pitiuso