Humilde, currante, deportista nato y, sobre todo, buena gente. Así es Da Silva, delantero de la Peña Deportiva que ha firmado por los blancos de Santa Eulalia después de jugar cuatro temporadas seguidas en el Olímpic de Xátiva. Esta mañana, he tenido el placer de conocerle personalmente. Una cafetería cercana al puerto deportivo de Santa Eulalia ha sido el punto de encuentro, el marco ideal para conversar con este uruguayo de 30 años, de signo zodiacal Tauro y que siente auténtica pasión por Zidane. «Ya vi la foto que te hiciste con él, qué suerte», me comentó.
Da Silva, casado felizmente y padre de dos hijos, lleva tres semanas en la Villa del Río compartiendo piso, de momento, con su compañero Carvajal. Su familia, de momento, sigue en Xátiva, pero en breve se desplazará a la Isla. «Tengo ganas de estar con los mios», indica el jugador, que espera que el club le proporcione una vivienda.
El de Montevideo, mientras tanto, se dedica, por las mañanas, a pasear por el pueblo y hacer vida sana y por las tardes, a entrenar. Posee un cuerpo tremendamente fibroso y lo cuida con profesionalidad. No le sobra ni un gramo de grasa. «Tengo que estar bien para competir con garantías. El fútbol es mi trabajo», aclara. Después de nuestra cita se iba a la playa para hacer estiramientos. «No me gusta mucho, la verdad, pero estirar en el agua viene muy bien», asevera el atacante, seguidor del Villarreal y del Progreso, club uruguayo que lleva en el corazón y donde debutó en Primera División con tan sólo 18 años. «Es de los pocos equipos que ha sido campeón de mi país, ya que lo normal es que ganen siempre o Nacional o Peñarol», apunta.
Al llegar a España, con 23 años, firmó por el Villarreal C, donde estuvo dos temporadas. «Fue una etapa muy linda; tengo muy buenos recuerdos. Allí coincidí con los ibicencos Carlos Tomás y Marquitos», afirma Da Silva, quien participó en varios entrenamientos del primer equipo a las órdenes de Pellegrini. «Poder jugar al lado de Riquelme, por ejemplo, fue algo muy grande», apostilla el delantero peñista, quien, por cierto, es cuañado de Fabián Canobbio, ex jugador de equipos como Valencia, Celta de Vigo y Valladolid. «Ahora juega en Uruguay, en el Progreso, club donde se formó», indica.

-Tras cuatro temporadas en Xátiva y jugando en Segunda B ¿Qué te mueve a firmar por la Peña Deportiva?
-La verdad es que decidí fichar, primordialmente, por el míster. Me habó con mucha seguridad y me transmitió muy buenas sensaciones. Además, me atrayó mucho el proyecto a medio-largo plazo del equipo. En el Olímpic ya se acabó un ciclo y buscaba nuevos horizontes.

-¿Te han acogido bien en el club?
-Sí. Estoy muy contento en este sentido. Todos, compañeros, cuerpo técnico, directiva y afición me están tratando muy bien.

-¿Qué balance haces de estos primeros días de pretemporada?
-La valoración que hago es buena. Se está trabajando bien, a nivel físico y táctico. En los partidos que hemos jugado hasta ahora hemos intentado plasmar en el campo las ideas del míster. Particularmente, me encuentro bien.

-¿Cómo quiere Mario Ormaecha que jugéis?
-Nos pide que presionemos mucho, con las líneas adelantadas. También quiere que disfrutemos, que nos hablemos en el campo y, sobre todo, que seamos competitivos y que salgamos a ganar sea donde sea.

-En el equipo hay tres delanteros: Piquero, Carvajal y tú. La competencia es dura y nadie tiene asegurado un puesto.
-Siempre es bueno la competencia, así no te duermes. Tanto para el grupo como para uno mismo es positivo. Tanto Piquero como Carvajal son muy buenos jugadores y juegue quien juegue le dará mucho al equipo.

-¿Cómo ves al equipo?
-Está fuerte, bien y poco a poco irá para arriba. El objetivo del club es crecer a largo plazo. Hay que trabajar bien este año para formar un plantel bueno, unido, que es lo que al final nos dará el éxito.

-De momento has metido un gol, ante la Peña juvenil. ¿Te atreverías a dar un cifra de chicharritos para esta temporada?
-Prometo implicación y trabajo. Los números no van conmigo, jejeje.

Francisco Natera

Fútbol Pitiuso