PACO MURILLO

La Federación de Fútbol de las Illes Balears (FFIB) «no tiene potestad» para actuar y se inhibe, en estos momentos, en el conflicto del Eivissa con Sergio Tortosa y Daniel Ferrer, ex entrenador y preparador físico, respectivamente, del filial del club de Vila la temporada pasada en Tercera División. Así lo manifestó ayer el presidente de la FFIB, Miguel Bestard, que quiso dejar claro que es al Comité Balear de Entrenadores al que le corresponde defender a sus asociados si se produce una irregularidad, como es el caso. Hay que recordar que Tortosa y Ferrer le reclaman 24.200 euros al club, que ha imcuplido uno tras otro los plazos de pago, hasta el punto de que los técnicos dieron el jueves una rueda de prensa para denunciarlo públicamente.

Según Bestard, si el Eivissa sigue sin saldar esta deuda (ayer aún era así), es el órgano que representa a los técnicos de Balears el que debe tomar cartas en el asunto, a pesar de que forma parte de la FFIB, pero con autonomía propia: «Si esto continúa, es el Comité de Entrenadores el que puede y está en la obligación de denunciar. Después, es el Comité de Jurisdicción el que tiene que fallar». Si este último órgano emite una sentencia, en función de la misma se vería si la FFIB debe aplicarla, como sucede con la sanción que impide al Eivissa presentar más fichas de jugadores hasta que no se salde la deuda con Tortosa y Ferrer: «Nosotros no podemos ni debemos meternos en esto. No es normal lo que está pasando, pero hay que seguir los pasos que tocan».

Bestard reconoció que el presidente del Comité Balear de Entrenadores, Jesús Díaz, le ha enviado un documento explicándole cuál es la situación (adjuntando una fotocopia del talón devuelto), pero insistió en que no es a la FFIB a la que le toca llevar la iniciativa.

Jesús Díaz, ilocalizable

Diario de Ibiza trató de hablar ayer con Díaz, pero éste no atendió a las llamadas de este periódico. El único que habló fue su vicepresidente, Tolo Darder, que es además delegado en las Pitiusas y miembro de la junta gestora del Eivissa. Darder, afectado por esta situación al defender intereses de las dos partes implicadas, sólo quiso comentar lo siguiente: «A ver si esto se arregla, por el bien de todos. Estoy en medio y lo que debo intentar es que estos chicos puedan cobrar. Todo lo que diga puede ser contraproducente», afirmó. Darder no quiso pronunciarse sobre su futuro en el club y dijo que «hay que tener paciencia unos días».

Por el momento, el conflicto de los técnicos con el club de Can Misses vive un compás de espera. El presidente de la FFIB confía en que todo se solucione. De hecho, según manifestó ayer el propio Bestard, un miembro de la junta gestora del Eivissa se puso en contacto con ellos para decirles que «tienen la intención de pagar» la deuda que tienen con Tortosa y Ferrer.

Los afectados pidieron responsabilidades a todos los implicados en este asunto, y desde la Federación de Fútbol de las Illes Balears trasladan la pelota al tejado del Comité Balear de Entrenadores.

DIARIO DE IBIZA