Ramiro, el último fichaje de la Peña Deportiva, como se suele decir, llegó y besó el santo. El recambio de Osky aterrizó el pasado jueves en Ibiza, entrenó con sus compañeros ese mismo día y el viernes, fue convocado para el partido frente al Llosetense, lo jugó entero, marcó el tercer gol -por cierto, chicharrazo de falta- y salió por la puerta grande. Sin duda, el debut soñado para cualquier jugador. El centrocampista, burgalés de nacimiento y torrevejense de adopción -llegó a la ciudad alicantina con 5 añitos-, ha enamorado con su fútbol a la afición peñista, que habló maravillas de él tras el estreno liguero. Ahora, el volante, que también pasó por equipos como el Aranjuez y el San Vicente, quiere afianzarse en su nuevo vestuario, ganarse la confianza de Mario Ormaechea y disfrutar sobre el terreno de juego.
Ramiro, que se define como un pelotero de trabajo, fuerte a la hora de presionar, con buen golpeo del balón y con desborde en el uno cotra uno, asegura que ha encontrado en la Peña Deportiva un club modélico e indica que «el recibimiento que he tenido ha sido muy bueno». El interior añade que ha conocido a un grupo de mucha calidad humana, lo que «puede llevar al equipo a luchar por algo en el campeonato».
Tras varias temporadas defendiendo la camiseta del club de su ciudad, el mediocampista explica cuáles han sido las razones que le han movido a aceptar firmar por la Peña. «El principal motivo ha sido un reto personal, un cambio de aires. Llevaba muchos años en el Torrevieja y quería probar nuevas experiencias y retos, los cuales me encantan», subraya el futbolista, que está hiperilusionado y feliz por cómo le fueron las cosas frente al Llosetense. «Mi primer partido, mejor imposible. Jugamos contra un aspirante al título, fuera de casa y, encima, hice gol. Impresionante», recuerda Ramiro, que también tiene muy buenas palabras para Mario Ormaechea, técnico que le ha sorprendido gratamente. En este sentido, el de Burgos apunta que «me gusta la gente ganadora y que va a muerte con sus ideas, con su fútbol de presión, sin escatimar…».

Francisco Natera

Fútbol Pitiuso