Ya es una tradición en el vestuario mallorquinista. Con motivaciones varias, los futbolistas del primer equipo se reúnen periódicamente alrededor de una mesa en la Ciutat Esportiva para comer todos juntos. Con este gran arranque de Liga, el equipo compuesto por cuerpo técnico y futbolistas disfrutaban de una gran barbacoa todos juntos.Nada más terminaba el entrenamiento, Pep Lluis Martí ya se interesaba por la carne que tendría que asar. El mallorquín se convertía en quien haría la comida a sus compañeros pero contaba con la ayuda de Martí Ferragut y Pep Alomar, preparadores físicos y Damià Amer, delegado del equipo. Poco a poco iban poniendo toda la carne en el asador mientras sus compañeros terminaban sus tratamientos fisioterapéuticos o en el gimnasio. Antonio López, uno de los recién llegados era en esta ocasión el organizador de la barbacoa. El defensa cumple años el miércoles y quería tener un detalle con sus compañeros.

Sobre las 13:30h ya estaría todo el cuerpo técnico y futbolistas preparados para disfrutar de la barbacoa. Tras darle la enhorabuena al cocinero y a sus colaboradores, comenzaría una comida de hermandad. El domingo se visita El Sadar, un campo siempre complicado en el que el Mallorca ha logrado sumar en las últimas tres visitas.

De fondo tenían la música puesta y ha sonado desde flamenco, chirigotas o bien música brasileña que provenía del teléfono de Geromel. Hay una gran unión en este vestuario y hoy una vez más se ha vuelto a ver con una gran cohesión entre todo el grupo.

Para terminar, el postre que se servía era típico mallorquín: ensaïmada de crema y ‘tortell’.

RCDM