A sus 24 años, Tomás Pina figura en la lista de futuribles del Valencia. La temporada pasada comenzó a destacar en el club bermellón, pero la Dirección Deportiva no hizo ningún movimiento. Ésto no significa que haya desaparecido de la lista, porque la secretaría técnica continúa su marcaje en el curso actual para ver su progresión. Se trata de un mediocentro de contención, aunque también disputa partidos unos metros más adelante, y es una posición que el Valencia quiere reforzar de cara a la próxima temporada, más allá de la decisión que se tome sobre el futuro de David Albelda, cuyo contrato expira el próximo 30 de junio. SUPER habló con Pina en Palma de Mallorca y, para él, que el Valencia le tenga en mente es un halago y un hecho significativo de que está haciendo bien su trabajo.

«A cualquier profesional le gusta mejorar y que se hable de uno en ese sentido siempre alegra y es un halago. Cuando salen equipos relacionados contigo es importante porque es señal de que están haciendo las cosas bien, pero al fin y al cabo debo seguir igual porque si no, no seguiré ahí», responde Pina, al que el Valencia no le quita ojo: «Insisto, para mí es un halago, a todo jugador de fútbol le gusta que equipos grandes se interesen por él, no sé si será cierto o no, pero que se hable del Valencia para mí es importante porque es señal de que lo estoy haciendo bien y no estoy pasando desapercibido. Para mí es un halago muy grande que el Valencia pueda estar interesado en mí, se haya fijado o me haya visto». Pina llegó al filial del Mallorca hace cuatro años procedente del Móstoles (Tercera División de Madrid) para jugar en el grupo balear de Tercera, ese año ascendieron a Segunda B y de ahí le llevó Gregorio Manzano para estrenarse en Primera. A base de trabajo y confianza, ahora se ha convertido en una pieza clave para el equipo balear jugando en cualquiera de las dos posiciones como mediocentro; habitualmente hace labores de contención junto a Javi Márquez, sin embargo, con la lesión de éste entró Joao Victor y él adelantó un poco su puesto.

«Soy un pivote que puede jugar más defensivo, pero también me siento cómodo con otro por detrás de mí y así tienes mayor libertad. Me suelo acoplar bien a ambas posiciones, soy un jugador de ida y vuelta, intento jugar el balón fácil, estar colocado bien tácticamente?», se define el manchego, que es consciente que el Mallorca es un escaparate para ir a un equipo grande en un futuro próximo: «El Mallorca por tradición es un club vendedor, no se puede negar, mi objetivo era jugar en Primera División y lo he conseguido. Todos somos ambiciosos, ahora estoy bien aquí, pero también he de pensar en seguir mejorando aquí y ya veremos qué pasa en un futuro».

Durante la conversación, Pina no podía quitarse la sonrisa de su rostro, pero él mide muy bien sus palabras como buen estudiante de Ciencias de la Información que es. La victoria que mantiene al Mallorca en la zona Champions y su actuación individual, muy buena, le anima a seguir trabajando para lograr su próximo sueño: jugar en un grande de la liga. ¿Será en el Valencia? De momento, la secretaría técnica no le quita ojo.

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