El Mallorca ha entrado en la historia de la Liga junto al Barcelona y Espanyol por ser el equipo que con nueve jugadores ha empatado un partido.

El Mallorca ha entrado en la historia de la Liga junto al Barcelona y Espanyol por ser el equipo que con nueve jugadores ha empatado un partido. Esta circunstancia siendo anecdótica es importante de resaltar por las circunstancias de cómo se produjo. El Atlético de Madrid tenía un entrenador interino en el banquillo y el titular en el palco, circunstancia que produce normalmente una motivación añadida en los jugadores. Estábamos advertidos de su comienzo y de sus consecuencias. Salimos vivos en la primera parte a pesar de la expulsión de Josemi y del penalti fallado por Forlán. A partir de esta circunstancia empezó un segundo partido. Corrales entró por Víctor, un cambio obligado por las circunstancias que nos remitía a ceder más terreno y tener menos capacidad de llegada al área rival.

En el descanso previniendo que el equipo madrileño añadiera a Jurado, decidí la entrada de Martí para neutralizar el juego de creación del rival y colocando a los hombres más técnicos –Borja y Castro- por las bandas a pie cambiado. El objetivo no era llegar a la línea de fondo y buscar a Webó sino controlar el balón con apoyos y juego de asociación para desbordar a su sistema defensivo. Pero la idea no duró nada más que siete minutos. Muñiz Fernández nos dejó de nuevo en inferioridad numérica y con un gol en contra. Comenzaba un tercer partido.

La noche se nos vino encima y el partido oscurecía para nuestros intereses. Había que tomar la decisión de reservarse o atreverse a la heroica. Opté por dejar arriba a Webó para que fijara a la defensa atlética y formar con tres jugadores en medio campo. Pep, Borja y Mario. El objetivo era no encajar un segundo gol y aprovechar nuestra ocasión. Así fue. El gol de Borja demostró la cobardía del Atlético de ir a por el partido y la osadía, la ambición, el atrevimiento, la motivación, el esfuerzo, el sacrificio, el compromiso, el espíritu de superación de TODO EL EQUIPO por alcanzar algo tan bonito y hermoso en un escenario tan emblemático. Quiero destacar a todos los jugadores en general pero en particular a los que entraron desde el banquillo –Corrales, Pep y Rubén- en unas circunstancias especiales para competir en un partido tan difícil y complicado.

El jueves comienza Copa de SM el Rey. Una competición que nos ha dado más alegrías que tristezas en los últimos años y esperamos que esta temporada tengamos un buen comienzo. El Real Valladolid no será un rival fácil. No irá de favorito y esta circunstancia juega a su favor. En su estadio es un equipo inquieto y juega con los mismos preceptos de los últimos años: presión y trabajo durante los noventa minutos. Pero la eliminatoria será a doble partido y debemos de regresar con un buen resultado para alcanzar a los octavos de final. Marcar algún gol será uno de nuestros objetivos y ser exigentes en el juego y mantener una línea de competitividad por parte de toda la plantilla. Participaran una combinación de jugadores habituales y no habituales para darles el justo premio a su esfuerzo diario en los entrenamientos. Todos son importantes en este proyecto.

Hay que tener presente que el próximo domingo recibiremos en Liga al Racing de Santander. Presentaremos ante nuestra afición nuestro uniforme de gala de ser uno de los pocos equipos invictos en casa y para seguir siéndolos necesitamos del apoyo de nuestra afición. Una grada roja será la mejor muestra que estamos y seguimos unidos. No faltéis. Los jugadores se lo merecen. El Mallorca también.

RCDM