El propietario del Mallorca se desplaza a Palma y comunica a miembros del Consejo que no tiene un euro.
R. CABOT/A.OLIVA. PALMA. El propietario del Real Mallorca, Javier Martí Mingarro, se desplazó ayer de forma urgente a Palma para advertir a varios miembros del Consejo de Administración de la delicada situación económica por la que atraviesa el club. Hasta tal punto es grave que, según ha podido saber este periódico, Martí Mingarro comentó a los consejeros que hay que buscar un comprador porque todos los bancos a los que ha acudido le han denegado créditos.
A poco de cumplirse cien días de su aterrizaje en el Mallorca, el máximo accionista llegó al Ono Estadi a la una y cuarto del mediodía, donde se entrevistó, en solitario, con el presidente Tomeu Vidal; con el vicepresidente José Miguel García; con los consejeros Miquel Vaquer y Maria Antònia García y con el asesor financiero Ernesto Chaves, que, abatido por la imposibilidad de manejar el día a día del club, podría haber puesto su cargo a disposición de la propiedad.
Martí Mingarro fue claro con sus interlocutores. Les vino a decir que no tiene un euro, que la situación financiera es la que es, y que se siente incapaz de darle la vuelta a la situación. El dueño de la entidad mallorquinista se quejó de que la auditoría que le pasaron en las semanas previas a hacerse efectiva la compra del club no se corresponde con el momento actual, que la situación económica es peor que la que le vendieron. La auditoría, desvelada por DIARIO de MALLORCA el pasado 26 de mayo, reflejaba una deuda neta de 85.449.795,81 euros, de los que 64 millones son a corto plazo, una cantidad que pesa como una losa para los nuevos inquilinos de la planta noble de Son Moix.
Martí Mingarro, que almorzó con el consejero Miquel Vaquer, tiene ante un sí un panorama desolador. No sabe cómo hacer frente a los impagados, que se desconoce cuántos son y las cantidades que se les adeuda. Los sueldos de los jugadores se podrán seguir pagando «mientras pague Mediapro», apunta una fuente a este diario. El Mallorca cobra cada mes por los derechos de televisión 1,3 millones de euros, de los que casi un millón se destinan a los pagarés que se les entregaron a los jugadores durante el verano. Las nóminas del primer equipo y personal del club ascienden mensualmente a 360.000 euros, que es prácticamente el único dinero limpio que entra en la entidad rojilla. Es por este motivo que el personal de otros departamentos y los equipos de las categorías inferiores no ha cobrado las nóminas de los últimos dos meses.
Ante esta situación de colapso, y ya que la propiedad no inyecta liquidez a la entidad, la única salida en el improbable caso de que surja un comprador, es instar a un concurso de acreedores, que significaría un golpe mortal para el club. «La situación es más que dramática, volvemos a estar como el año pasado», señalan desde el club, que no dan crédito a la situación que se ha llegado cuando apenas se cumplen dos meses de la llegada de una propiedad que llegó con la vitola de la seriedad en su forma de trabajar. El Mallorca se ahoga irremisiblemente y esta vez parece que no hay nadie que llegue a tiempo para salvarle.
DIARIO DE MALLORCA
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