El presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, ha anunciado esta tarde que su club ha iniciado los trámites para presentar preconcurso de acreedores. Son los mismos pasos que dio en su día el Mallorca, digamos que es la fase previa del concurso. El Deportivo llega a esta situación después de que Hacienda le haya embargado sus ingresos para satisfacer su deuda. Es el primer club, pero no será el último. Van a caer como en un castillo de naipes. Se avecina un nuevo orden en el fútbol español.

El paso que ha dado el Deportivo es muy radical, porque os recuerdo que desde el verano pasado la LFP ha introducido una normativa que castiga con el descenso a los clubes que presenten concurso. Eso significa que, o bien el Deportivo paga sus deudas -y tiene cuatro meses de plazo- o bien ya tenemos el nombre de uno de los equipos que pierden la categoría, con la consecuente adulteración de la competición que eso implicaría, teniendo en cuenta que estamos todavía en la primera vuelta.

Parece que a Hacienda se le ha agotado la paciencia y está ejecutando a los clubes, cosa que me parece absolutamente correcta, porque ya está bien de que, en plena crisis, los ciudadanos de a pie tengamos que cumplir escrupulosamente nuestras obligaciones tributarias mientras las supermillonarias Sociedades Anónimas Deportivas siguen con bula papal. El Deportivo ha sido el primero, y tras él ojo al Zaragoza, al Espanyol o al Málaga. Eso sin hablar de clubes de Segunda como el Racing que parecen abocados a la desaparición.

En el Mallorca parece que podemos estar tranquilos, porque existe un convenio firmado con Hacienda que contempla el pago de la deuda en un plazo de diez años. Eso sí, quiero recordar que si en algún momento de la próxima década el club no cumple con sus compromisos económicos -y eso significa pagar anualmente 4,5 millones de euros-, el juez decretaría su liquidación inmediata. Ahí es donde yo valoro, incluso más que en el plano deportivo, la gran gestión de Serra Ferrer y Jaume Cladera, que no sólo han sacado al Mallorca del concurso, sino que están pagando a todo el mundo en plazo, hasta el punto de que por primera vez en la historia tanto los jugadores como el cuerpo técnico están escrupulosamente al día y no se les adeuda ni un solo euro.

Tomeu Maura

 

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