Que las redes sociales están de moda no es nada nuevo. Que se usan para injuriar tampoco. Pero si lo es que hayan llegado al deporte balear y más concretamente contra el colectivo arbitral, en donde podemos ver a jugadores, directivos y/o entrenadores “protestando” (por no usar otra palabra más fuerte) por los arbitrajes recibidos.
Sin ir más lejos, la imagen de mi artículo muestra una injuria de un jugador del Binissalem (es algo público por lo que espero que no moleste), actual equipo de Segunda División B, en donde cataloga a TODO EL GREMIO en un comentario fruto (esperemos) de un calentón por un arbitraje con polémica en la visita a Reus del combinado binissalemer.
Es evidente que hay arbitrajes más acertados, más correctos y por ende otros que menos. Pero nunca debemos perder la perspectiva que a los “señores de negro” los evalúan como evalúan entrenadores u ojeadores a los propios jugadores. Con ello, el árbitro que más erróneamente dirigirá sus encuentros descenderá y por el contrario el que más aciertos tenga desde el punto de vista del informador ascenderá. De ahí, que no queden impunes “desastres” como muchos catalogan ciertas actuaciones. Dios me libre de hacer de informador, pero si el Sr. Colegiado que dirigió dicho partido erró, a buen seguro que sus 119 competidores (el resto de árbitros de segunda B) estarán de mejor humor.
Se debate si los árbitros de primera división son los mejores después de ver jugadas en donde han errado. Simplemente son los que mejor trayectoria y estabilidad han demostrado. Pero errar, erran como todos.
Se escucha a entrenadores de regional, preferente… hablar “pestes” de árbitros. La regional es evidente que no tiene a los mejores árbitros. Tiene a los árbitros que tiene. Y también tiene a los jugadores y entrenadores que tiene. Gente preparada y formada para dirigir/jugar en esa categoría y que intenta hacerlo lo mejor que puede porque bien puede subir de categoría y algún día estar en la élite o bien puede descender. No sirva este párrafo para ofender a los árbitros de regional, sino sirva para ofender a los entrenadores que esperan tener árbitros FIFA cuando ellos son los primeros que no tienen titulación nacional (salvando las excepciones perdonenme). Ídem para aquellos jugadores que critican una actuación creyéndose CR7 o Messi. Ojala los árbitros pudieran decirle a los jugadores una reprimenda por cada pase erróneo o gol fallado. Estaría divirtiéndome en la grada si tuviera uno de esos pinganillos y escuchase.
Pero desgraciadamente, existe esa regla no escrita (creo desde mi ignorancia de analista social) de que los árbitros no le pueden decir nada a los jugadores (y repito que como en todo, los habrá que si o que no, pero por suerte del colectivo son la mayoría que lo hacen bien). Yo lo cambiaría. Seguro que algún jugador reaccionaba cuando no se encontrara un saco de boxeo al que golpear verbalmente.
Y los golpeos verbales de las redes sociales, fruto de este artículo también deberían ser contestados. Pero contestados por el Comité de Competición que tan ausente está en aplicación de sanciones… Sirva este artículo para reclamar un Comité de Competición 2.0
Enrique Barbero
Arbitraje Balear
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