Alineaciones:

San Francisco: Pedro, Salcedo, Bibi, Xisco, Xavi, Albert, Adrián (Matías), Chechu (Martí), Josemi (Álex), Tomeu (Sergi) y Micky,

Espanyol: José, Albarrán, Aitor, Maxi (Cristian), Éric, Nacho, Mamadou, Albert, Moha, Killian (Merino), Víctor (Pablo).

 Goles: 1-0 min. 64, Albert y 2-0 min. 90, Micky..

Arbitro: El colegiado del encuentro fue Félix Guerrero María.

Tarjetas: Amonestó a los locales Xisco, Chechu y Álex.. Por parte de los visitantes amonestó a Albert y Pablo y expulsó a Nacho en el minuto 63.

Incidencias: En el partido del Juvenil División de Honor de Paco Navarrete en el Campo Municipal de Son Fuster había aproximadamente unas 150 personas.

Comentario:

Partido necesario, urgente, vital y, al final, balsámico para el San Francisco que consiguió una victoria importantísima ante unos de los mejores equipos de la categoría reina de los juveniles. Los chicos de Paco Navarrete han conseguido hacer del Campo Municipal de Son Fuster un fortín inexpugnable donde los equipos que vienen de fuera son incapaces de realizar su juego gracias a su presión y contraataque. Desde que el 7 de octubre perdieran 1-3 contra el Girona el equipo rojillo no pierde un partido en su feudo lo que hace que el equipo de Navarrete empiece a salir del pozo del descenso.

El partido se presentaba como uno de los más difíciles de la temporada, pero el San Francisco sabía que si se ganaba no solo eran 3 puntos, sino que la motivación del equipo se iría a las nubes, por eso Navarrete salió desde el primer minuto con la intención de ir a ganar.

El Espanyol venía como segundo del grupo III de la División de Honor y si perder desde el 2 de noviembre contra el Barça.

Los dos equipos empezaron bien colocados, pero la velocidad de los delanteros del San Francisco empezó a hacer daño a la defensa perica. A los dos minutos, un robo de balón de Josemi que se llena de balón y delante del portero no define, como él sabe, con calidad.

El Espanyol a causa de esto empezó a tener nervios y su circulación de balón no fue la mejor. El San Francisco estaba haciendo muy bien su papel, gracias a una gran presión que hizo que la defensa blanquiazul perdiera otro balón al borde del área, que Micky no supo definir ante Jose, que se estaba erigiendo como el mejor del partido con dos paradas mano a mano con los delanteros. Hasta aquí las ocasiones de la primera parte, ya que el Espanyol empezó a sentirse a gusto tocando el balón y el San Francisco esperando la suya en una contra o de balón parado.

La segunda parte empezó como acabó la primera, Espanyol dominando y el San Francisco atacando con sus veloces delanteros. Todo esto siguió su curso hasta el minuto 64, donde en una falta a favor del Espanyol todo cambió. La defensa del San Francisco la despejó muy bien y al intentar la contra el centrocampista perico, Nacho hizo una falta en el centro del campo evitándola, con lo que el arbitro decidió su expulsión. Las cosas se ponían muy a favor de los locales que se puso todavía mejor en la jugada siguiente. En la falta cometida en la expulsión, colgaron el balón al área y Albert toco sutilmente el balón con la cabeza despistando por completo a José que no pudo evitar el delirio de los jugadores de Navarrete al verse por delante en el marcador.

El viento soplaba a favor del San Francisco y así lo hizo hasta el final del partido, excepto en una ocasión donde Mati robó el balón al portero al borde del área y falló el remate a puerta vacía. A pesar de esto, el equipo se convirtió en una roca, repeliendo los ataques del Espanyol tanto por arriba como por abajo. El partido iba muriendo y los pericos con uno menos, no conseguían llegar a las redes de Pedro. A pocos minutos del final, la misma jugada que tuvo Mati antes, Micky no falló y colocó el balón al fondo de la red, haciendo saltar a todos los aficionados, jugadores, directiva y cuerpo técnico presentes en el Campo Municipal de Son Fuster.

Dos victorias en los dos últimos partidos en casa y este domingo a buscar la tercera contra el Cornellà a las 12:00.

 

Juan Zarco para Fútbol Balear.
Fotos de Juan Zarco.