Finalmente y tras recibir asesoramiento del Colegio de Entrenadores de la Federación Balear, Antonio Asensio no ha ido a entrenar esta tarde, tal y como había asegurado a mediodía. El técnico se considera despedido improcedentemente y ya ha comunicado a los responsables del club que quiere cobrar todo el contrato, hasta el 30 de junio -unos 9.600 euros-.

La entidad de Vila no podrá sentar a David Torres en el banquillo hasta que no liquide al madrileño. Es más, las multas a las que se expone el Isleño por no presentar preparador en los partidos pueden ser importantes. Si este domingo, ante el Andratx, no se acredita la ficha del entrenador -documento que obra en poder de Asensio- la sanción será de 600 euros. El segundo partido, 1.200; el tercero, 1.800 y el cuarto, 2.400. Y así sucesivamente. Toni Torres, director deportivo, ha hablado con responsables del organismo federativo esta tarde y es consciente de cuál es la situación y lo caro que le puede costar a la entidad no llegar a un acuerdo con Asensio. De hecho, el presidente ha telefoneado a última hora de la tarde al técnico pidiéndole que rubrique la baja a la desesperada, aunque sin fortuna. «No firmo nada. O me pagan o no firmo. Voy a por todas. Quiero cobrar todo mi contrato», ha asegurado el entrenador a Fútbol Pitiuso.

 

 

 

Asensio ha vivido una mañana esperpéntica, de juzgado de guardia. El entrenador se ha reunido con el mandamás del Isleño, Vicente Torres, Murtera, para negociar su despido. La unión deportiva sólo estaba dispuesta a pagarle los dos meses -dos y medio según el técnico- trabajados mediante un pagaré, pero encontró la negativa de Asensio, que no aceptó el trato. El presidente, ante el no del míster, le entregó un documento de readmisión, papel que sí firmó el preparador. Aunque a la hora, 60 minutos, de marcharse, Asensio volvió a recibir la llamada del directivo. Pero esta vez para despedirle, documento incluido, porque así lo quiso cuando envió a Toni Torres un SMS a principios de diciembre en el que aseguraba que si el club no estaba contento con su labor al frente de la primera plantilla que le liquidaran lo trabajado y se iba. El papel no lo rubricó y decidió ir a entrenar para no verse perjudicado.

Asensio se marcha mañana a Cádiz y lo hace muy tranquilo, aunque dolido por cómo le han tratado. «Este club acabará muy mal», resalta el preparador, que sabe que tarde o temprano cobrará. Tiene la sartén cogida por el mango.

Si el Isleño no liquida lo que reclama el madrileño no podrá presentar la ficha de un nuevo entrenador. «He hablado personalmente con Toni Torres y le he dicho a lo que se expone el club si no llegan a un acuerdo con Asensio. Desde el primer partido sin ficha son 600 euros, a los que se suman 600 más por cada encuentro que dispute el equipo sin entrenador», ha confirmado Manuel Bosch, secretario de la balear, a Fútbol Pitiuso.

Asensio tiene su ficha. La guarda, dice, de recuerdo, aunque aclara que «creo que el club tiene una provisional que podría acreditar, pero voy a llamar a la Federación para notificar esto y que no se aprovechen de ella». Si el Isleño justfica la ausencia del míster en los partidos, la multa se quedaría en 20 euros. «Yo estoy cesado y no enfermo ni nada, así que lo pondré en conocimiento», añade.

Al parecer, el Isleño tenía pensado depositar un pagaré en el Colegio de Entrenadores como aval de pago, aunque este documento no tiene ningún valor si Asensio no lo acepta. Además, el técnico sostiene que no va a firmar ningún tipo de recibí por ningún cheque o pagaré hasta que se haya asegurado el cobro de los mismos. «Me ha explicado que si lo hago y luego no tienen fondos no podré reclamar mi dinero a través de la Federación y tendré que acudir a la justicia ordinaria», comenta el míster, que tiene muy claro que no perdona ni un duro al Isleño. «Han jugado conmigo y esto no lo consiento. Además, han usado un mensaje privado para despedirme, el cual han hecho público y creo que esto no es legal. Pero en fin, ellos sabrán», prosigue un indignado Asensio. «No he trabajado a gusto. Es más, iba amargado a los entrenos, sin motivación. Nunca me dijeron nada y ahora, de repente, ya no valgo», afirma, indignado, el ya ex-entrenador.

Futbol Pitiuso