Si hoy firma su regreso, el mallorquín se fijará de nuevo como primer objetivo devolver la paz social.

R. CABOT. PALMA. Mateu Alemany tiene claro lo que hacer en el caso de que esta tarde firme su enésimo regreso al Real Mallorca. En primer lugar, apaciguar la entidad, intentar que, como consiguiera el pasado 15 de enero, cuando firmó una opción de compra de las acciones de Binipuntiró S.L., propiedad de Vicenç Grande, se hable sólo de fútbol y no de los continuos líos que afectan a la entidad.

Pero en esta ocasión le resultará más complicado porque la situación económica es tan o más grave que el pasado mes de enero. Entre otras cosas porque la situación de crisis global es más acentuada que hace diez meses, con la dificultad añadida que ello conlleva.

«Queremos reflotar la entidad y devolverle credibilidad para que todo derive en un plan de viabilidad que nos lleve al objetivo de la supervivencia». Estas palabras, que Alemany pronunció el día de su regreso al Mallorca tras tres años y medio fuera del club, las podría repetir perfectamente esta noche si recupera el control de la entidad, en la anunciada y esperada rueda de prensa, que se celebrará tanto si Martí Asensio cede o no.

Alemany, consciente de que su hasta ahora impoluta imagen ha quedado dañada por la nefasta gestión de las personas a las que vendió sus acciones, tendrá que sacar un as de la manga para reflotar una entidad que agoniza y que hace mucho tiempo que no sabe cómo salir de un callejón sin salida. Con una deuda de más de cuarenta millones de euros, el abogado mallorquín tiene como tarea primordial ponerse al corriente de pagos no sólo con la primera plantilla, sino con el filial, categorías inferiores y todos los departamentos del club, a los que se les deben varias mensualidades.

Una vez resuelva este problema, si es que puede, se tendrá que poner manos a la obra para lo que se le viene encima a final de temporada, el pago de las fichas de los jugadores y los trece millones que se deben pagar a Hacienda antes del 30 de junio del próximo año. Unas deudas que amenazan muy seriamente la supervivencia del club.

Todos confían en que un posible regreso de Alemany será la panacea para el Mallorca. Sin duda su presencia aportará tranquilidad, pero el abogado mallorquín, de 46 años, siempre ha dicho que él no puede ser el propietario porque carece de capital. Por lo tanto, activará un plan para buscar un comprador en el menor tiempo posible.

Peñas

Cerca de medio centenar de peñas del Mallorca acordaron ayer en la reunión que celebraron en el Ono Estadi llevar a cabo una «pancartada positiva» para apoyar al equipo en el partido que mañana miércoles disputará contra el Valladolid en partido correspondiente a la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Esta iniciativa corresponderá a cada una de las peñas. En la reunión se reflejó el malestar por la situación que está soportando la afición, con más protagonismo para los líos del club que por lo que hace el equipo.

DIARIO DE MALLORCA