Decir que la Sociedad Deportiva Formentera y el Atlético Isleño empatarían en la guerra por ser la mejor afición de la Tercera División puede sonar a risa. Sin embargo, el número de socios que tiene cada club es parejo, ya que ambas directivas afirman contar con 350. Dejando de lado la teoría, odiosa es la comparación entre la hinchada formenterense –la más abundante de la categoría en la temporada del regreso de los rojinegros a la Tercera División– y los pocos seguidores que acompañan en casa al club de Vila cada quince días.
El Formentera puede presumir de haber metido a 6.620 espectadores en su terreno de juego a lo largo de sus 14 partidos como local. Ni la paradoja de haberse dejado la mitad de los puntos en su feudo ahuyenta a sus parroquianos, una media de 472 por encuentro, probablemente, la más alta del grupo XI. Mientras en la menor de las Pitiüses (10.757 habitantes) las gradas se llenan de banderas, tambores y cánticos, Can Misses lleva dos cursos exhibiendo cemento. Con un promedio de 121 aficionados, el Isleño demuestra que «ser el club representativo de Vila (49.768 habitantes)» –el reto que se propusieron sus dirigentes cuando subieron a Tercera hace casi dos años– es un traje que se le queda tan grande como el Municipal con su aforo de 4.000 espectadores.
Jugar huérfanos de ambiente no hunde en el descenso a los jugadores que comenzó entrenando Antonio Asensio y que ahora instruye David Torres. Los números en lo deportivo contrastan con la tesorería. El gasto fijo arbitral es de 580 euros: 164 euros cobra el árbitro; 65, cada auxiliar, y 42, la Federación Balear como canon. El resto se van en dietas y en viajes de los colegiados si son mallorquines o menorquines. Recolectar 200 euros, media que, según sus regentes, son los que recaudan los azules entre taquillas y rifas provoca un déficit quincenal de casi 400 para una entidad que tiene deudas con su plantel.
Peña y Sant Rafel tampoco ganan
En Santa Eulària y Sant Rafel, estos ingresos tampoco permiten a los directivos lanzar cohetes. A la Peña Deportiva (356 hinchas de media y 420 euros de recaudación) no le vale con ser prácticamente campeona de la Liga para golear en el graderío. Por su parte, al Sant Rafel (que suma habitualmente 256 fieles) sus partidos como local le dan para cubrir el arbitraje. Ahí solo le cuadran las cuentas al Formentera. Según datos del club, cada vez que el equipo de Luis Elcacho se viste corto en casa, unos 1.500 euros entran en las arcas. El récord está en 2.500, fruto de los 650 aficionados reunidos en el derbi ante la Peña. Así, los formenterenses esperan cubrir el 30% de su presupuesto.
La cifra. 1.000 hinchas. Récord en lo que llevamos de curso
El derbi de la tercera jornada entre Peña y Formentera metió a casi un millar de espectadores en el Municipal de Santa Eulària. Las visitas de los de Elcacho suben la taquilla en Eivissa, ya que desplazan a varios centenares de incondicionales.
El Isleño ha metido a menos de cien espectadores en cuatro duelos
Las visitas de Espanya (90), Manacor (50), Sóller (80) y Montuïri (60) ni siquiera lograron meter en Can Misses a un centenar de espectadores. El récord del Isleño está, obviamente en un derbi: ante la Peña Deportiva hubo 300 aficionados. Sumar el dato acumulado (1.700) no permitiría llenar la mitad del aforo del estadio.
Santa Eulària: ¿se llenará el campo cuando llegue el deseado ´play-off?
A la ´doce´ de la Peña Deportiva nunca se le ha puesto la etiqueta de ser la más caliente. Pese a representar a uno de los pueblos más grandes de la isla y a arrasar este año en la Tercera, no se ha visto en los últimos meses a 500 aficionados en su campo, excepto los derbis. El ´play-off´ deber ser el reclamo para invertir esta tendencia.
Diario de Ibiza
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