SI – Rubén

Mira, visto lo visto en el mundo del deporte –dopaje, apuestas ilegales, corrupción a gran escala, amaño de partidos…– me lo creo todo. Muchos son los afectados que levantan la voz exigiendo justicia y no por errores puntuales o acciones imperceptibles al ojo humano; dudosas incluso viéndolas repetidas por televesión. No hablo de esto. Sin embargo, que un colegiado alargue el descuento (sucedió en Lloseta hace dos semanas y el pasado domingo en Sant Antoni) clama al cielo. Por no hablar del ‘colegueo’ que existe entre árbitros y jugadores/técnicos/delegados/directivos de equipos mallorquines. Tampoco es normal que colegiados o linieres cercanos a un determinado club o entrenador dirijan encuentros de la misma categoría. Un poco de rigor, que hay mucho en juego.

NO – Tomás

Del Villarato hemos pasado al Bestardato, ¿no? Vaya tela. Los árbitros son profesionales y no tratan de adulterar la competición. Lo que pasa es que es muy fácil acusarles desde la barrera. Como suelen decir muchos de ellos, «coged el silbato y poneos a pitar». Yo lo he hecho y os aseguro que no es nada fácil. Lo curioso de todo esto es que los equipos solamente alzan la voz cuando son perjudicados, pero no cuando son beneficiados. Pocas veces he escuchado a un técnico o jugador decir algo así como «no teníamos que haber ganado porque nuestro gol fue en fuera de juego y a ellos no les pitaron un penalti clarísimo». Esta misma campaña, por ejemplo, he visto arbitrajes en Sant Rafel y en Can Misses que favorecieron a los ibicencos. ¿Salió algún miembro de estos conjuntos a quejarse?

Ruben J Palomo, Tomas Sanchez Venzala