Dicen que la Peña que ilustra este artículo, la temida Peña de Momparlet que arrasaba en Santa Eulalia a todos sus rivales en la temporada 86-87, es la Peña que mejor ha jugado al fútbol en toda su historia. El equipo que por aquel entonces entrenaba Tolo Darder era la segunda plantilla peñista después de su ascenso a Tercera División y el pueblo disfrutaba de lo lindo viendo jugar a un plantel que contaba con jugadores de gran calidad. «El campo se llenaba hasta la bandera», recuerda Tolo Darder, que añade: «Aquel año quedamos quintos y la verdad es que disfrutamos mucho».

El Messi de aquel vestuario era Momparlet, mediapunta que firmó el propio Tolo, según nos cuenta. «Su fichaje costó mucho, ya que venía del filial del Betis y lo querían grandes clubes, como el Baleares. Al final pude traerle e hizo la mili en Ibiza. Al acabar el servicio militar regresó a Sevilla y después pasó por el Mérida de Primera. Llegó a ser director deportivo del Betis en la etapa de Lopera», apunta.

Aunque en aquella formación también militaban otros jugadores de tremendo nivel futbolístico, como Jiménez, Tostón y José Antonio, entre otros. Toni Ortiz formaba parte de ese equipo de leyenda y fue varias veces el portero menos goleado del archipiélago. «Éramos un equipazo; recuerdo que llenábamos el campo de fútbol y en casa nos mostrábamos intratables», resalta el exguardameta, que prosigue: «Para mí no ha habido Peña que haya jugado mejor que nosotros al fútbol. Todo el mundo lo decía».

Sisamón era el artillero de aquella ilusionante Peña Deportiva. El hoy directivo del club se hartaba a meter goles, según relata Ortiz. «Fue varias veces máximo goleador y junto con Muriana y Casado llegaron a formar una delantera letal», subraya el exmeta. «En aquel entonces la Liga era muy competida. Había equipos como el Baleares, el Constancia o el Poblense, que eran muy buenos. En Santa Eulalia nadie pensaba en ascender a Segunda B. No era como ahora, que es más fácil», añade Ortiz, quien, preguntado por si la Peña de Ormaechea es mejor que la de la 86-87 responde: «Es diferente; se practicaba un fútbol distinto, pero para mí aquel equipo, vuelvo a repetir, es el que mejor ha jugado en Santa Eulalia. La de ahora de ahora tiene unos números brillantes, que ni siquiera conseguió el Mallorca B, que era un coco. Nuestras estadísticas no eran tan abultadas, pero teníamos una calidad brutal y la prensa escribía maravillas de nosotros. Si no te la liaba uno lo hacía otro. Por clase no quedaba».

El equipo, esa campaña, quedó quinto con 48 puntos. Ganó 17 partidos, empató 14 y perdió 7. Marcó 64 goles y encajó 35. «Fue una etapa maravillosa, de la que guardo muy buenos recuerdos», concluye Toni Ortiz.

 

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