Ocho empresarios italianos, romanos, son los últimos candidatos a asumir el mecenazgo del Eivissa como inversores en el nuevo proyecto del equipo ibicenco que se pone en marcha hoy para diseñar el futuro inmediato de la entidad. El último revés, en Badalona, ha convertido la posibilidad de permanencia en algo más que una misión imposible y desde hoy los esfuerzos de la entidad van encaminados hacia un nuevo proyecto.

La aparición de este grupo de empresarios romanos es fruto de la gestión llevada a cabo por Patrizio Rossi, incorporado al club en enero, Alberto Niño y Andoni Valencia, jefe de marketing y gerente del club, sus estrechos colaboradores en esta gestión. Los romanos han estado este fin de semana en las Pitiüses en una vista programada desde hace semanas. El objetivo primordial de la misma, inspeccionar terrenos edificables para construir viviendas destinadas a la venta a sus compatriotas italianos. La primera preferencia para la adquisición de terrenos es Formentera, pero como alternativa tambien visitaron zonas en Sant Josep y Sant Antoni. Las dos últimas opciones han quedado descartadas por no reunir las condiciones requeridas. El grupo de empresarios pretende desarrollar su trabajo profesional en el ámbito inmobiliario y arraigarse además utilizando la posibilidad de la inversión en el Eivissa como elemento vehicular. Los italianos compartieron mantel y cubierto con el presidente del Eivissa a lo largo de su estancia en las Pitiüses como primera toma de contacto.

Pedro Ortega, presidente de la entidad, fue parco en palabras respecto a esta negociación o contacto que ha tomado cuerpo este fin de semana, «estos señores han venido a lo que han venido y en el momento oportuno tendrán la contestación correspondiente».

No quiso profundizar más Ortega, que se encontraba en Barcelona. «A final de temporada será el momento de hablar y de clarificar muchas cosas con quien corresponda. Yo soy partidario de decir las cosas a la cara, ni siquiera por teléfono. Yo reconozco que he podido cometer errores, estamos como estamos y no hay muchas más vueltas que darle. Me siento con ánimos de seguir al frente del club, he puesto toda la carne en el asador y estoy en condiciones de seguir adelante pero voy a encargarme de estar más encima de todas las cosas que afectan al club porque no quiero ser objeto de más engaños», concluyó.

En la entidad, el trío de personas que lleva adelante el diseño del nuevo proyecto que empezará su andadura en Tercera División, tiene dibujadas unas líneas maestras.

A partir de ahí quedan muchas cosas por determinar en todos los órdenes, pero Tolo Darder continuaría en el organigrama técnico de la entidad, Ibon Begoña abandonará la práctica activa del fútbol para ejercer de secretario técnico y, a partir de ahí, la correspondiente designación del entrenador del primer equipo y la confección de la primera plantilla de la entidad.

Lo que menos preocupa es el presente y el futuro del filial que juega en Tercera División. El club no va a pagar a los jugadores ni un sólo euro de aquí a final de temporada. Se cumplen cinco meses sin percibir cantidad alguna, salvo los dos pagarés por un importe total de nueve mil euros que serán efectivos en junio. No habrá más dinero para estos jugadores para cuyo equipo la directiva había destinado un presupuesto de 180.000 euros a principio de temporada. La directiva tampoco pone inconveniente a los jugadores que deseen abandonar el equipo. Desde hace semanas la plantilla ha determinado reducir las sesiones de entrenamiento y en el último encuentro jugado en Can Misses hicieron un paro de un minuto como protesta al reiterado incumplimiento por parte del club de sus compromisos económicos. Cualquier acción cae en saco roto, pues la directiva, aunque públicamente diga otra cosa, la realidad es la que es.

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