Abrimos el Diario de Mallorca el día 06 de junio y, en su sección de deportes, leemos una noticia que recoge “una batalla campal” entre jugadores de los juveniles del Sant Marçal y del Algaida. Heridos, asistencias médicas, denuncias cruzadas, partido suspendido, caos, violencia, agresividad…

¿Nos hemos vuelto locos? …No nos cansaremos de condenar enérgicamente cualquier tipo de violencia, sea del tipo que sea y no nos cansaremos de levantar la voz ante actitudes y valores que fomentan el “ganar ante cualquier precio” o que no respetan los conceptos básicos del juego limpio. ¿Responsables?…Todos los que participaron en la batalla campal, ¿culpables?…todos lo que no hacen lo suficiente para evitar un desenlace así. Todos somos culpables, de una u otra forma (por acción o por omisión) de tejer una sociedad, en este caso relacionada con el fútbol, en la que no se educa en valores.

Todos somos culpables de no incidir en los valores del respeto por encima de todo y por encima de puntos o clasificaciones. Todos somos culpables de pautar uno modelos equivocados, todos somos culpables de dar a los jóvenes unas referencias y unas pautas relacionales equivocadas. ¡¡ Qué triste es ver, en las gradas de los campos de fútbol a aficionados “adultos” insultando, gritando y chillando al árbitro y/o a jugadores y técnicos visitantes!!….¡¡ Qué triste es observar a “adultos” pautando modelos basados en el grito, insulto y la violencia dialéctica y a veces física!!…¿Responsables?: cada uno lo es de sus actos y, en esta batalla campal, todos los que participaron son responsables de sus consecuencias jurídicas…. ¿culpables?: todos aquellos que no levantan la voz contra el sinsentido, todos aquellos que no se implican en evidenciar y condenar conductas destructivas que se instauran en las gradas de los campos de fútbol de nuestras Illes Balears, ya que si no lo hacemos las conductas se perpetúan y son copiadas por nuestros jóvenes.

VIOLENCIA Y DEPORTE son un binomio incompatible y dentro del FÚTBOL (como deporte que es) no se tendrían que permitir, ni tolerar estas prácticas más propias de otras especies “animales”. La justicia, para que sea tal, debe ser inminente y ejemplar así que ahora solo queda que los pertinentes Comités de Competición y Juzgados de lo penal dicten resoluciones serias y no se limiten a, como pasa en la mayoría de ocasiones, aplicar siempre la mínima sanción ya que de hacerlo (de ser permisivas las resoluciones con la violencia) contribuyen a que el hábito de la violencia se instaure en nuestro fútbol, convirtiéndose en hábito y repitiéndose en un futuro motivo por el cual también son culpables, como los son los medios de comunicación que no se hacen eco de estas “batallas campales” ya que con su silencio también contribuyen a que parezca que “no pasa nada” en nuestro fútbol balear y todos sabemos que semana sí, semana también, hay insultos, amenazas , agresiones, tanganas y batallas campales que siempre suelen salir “gratis” motivo por el cual las conductas se reproducen.

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