Clubes de balears que compiten en el más alto nivel están en una situación muy delicada por la falta de patrocinios.
JAUME BAUZÀ. PALMA.
La caída del consumo y la crisis del ladrillo ha dejado huérfanos de patrocinios a muchos clubes deportivos que son un referente en las islas. No hay ingresos, los presupuestos no cuadran y la viabilidad de un buen número de entidades corre peligro. Atrapadas por la incertidumbre económica la mayoría de las empresas, desde comercios de barrio hasta compañías de pedigrí, han eliminado de su agenda de prioridades los patrocinios a clubes deportivos.
El Mallorca toca a las puertas, pero muchas siguen cerradas. El Mallorca ha vuelto a concitar el interés de marcas y empresas desde la llegada de Mateu Alemany, pero el panorama «es muy complicado», en palabras del director de Márketing del club, Juanjo Amengual. La entidad ha aliviado su asfixia económica con el patrocinio de Viajes Iberia que luce en el frontal de las camisetas. Y ahora se busca que otra empresa luzca anagrama en los pantalones. «Estamos en conversaciones con un par de empresas, pero ya sería para la temporada que viene. El mercado está parado para todos, da igual que seamos el Mallorca», afirma Amengual.
Atlético Baleares: un déficit de medio millón a pagar entre los directivos. El conjunto blanquiazul cuenta con los 190.000 euros del Govern balear que llega a través de la fundación Illesport y de otros 100.000 euros en concepto de patrocinios privados. El taquillaje y las cuotas que pagan los abonados suben a 100.000 euros. Pero los números no cuadran. La aventura del equipo en Segunda B se saldará con una deuda de 450.000 euros. «Lo tendremos que pagar los directivos de nuestro bolsillo», asegura el presidente de la entidad, Fernando Crespí. «Ha sido complicadísimo encontrar patrocinadores, el mercado está totalmente parado por la crisis», añade. El más que probable descenso de los baleares a Tercera no preocupa en exceso a su presidente. «Los ingresos bajarán un 80%, pero también los gastos», sentencia el presidente blanquiazul.
El Eivissa no paga a los futbolistas y espera cobrar una deuda de 150.000 euros.
El conjunto ibicenco de la Segunda B también vive con el agua al cuello. «Parte de culpa es nuestra porque hemos sido muy incautos. Llegamos a un principio de acuerdo con un grupo inversor que iba a inyectar dinero y a pagar por anunciar sus empresas. Pero se echaron atrás y ya no nos dio tiempo de buscar otras opciones. Todas las puertas estaban cerradas, incluso las de empresas que en el pasado colaboraron con nosotros», explica Alberto Niño, director de márketing del club. Los jugadores llevan meses sin cobrar. «Esto lo podríamos solucionar si algunas empresas nos pagan el dinero que nos deben. El Grupo Tarradellas nos adeuda 150.000 euros», señala Niño.
El ViveMenorca está saneado y no asusta un posible descenso. El club menorquín tienen cubierto su presupuesto de seis millones de euros gracias a la inversión pública y a la privada. «Esta temporada contamos con el apoyo de menos empresas, pero pagan más, así que hemos equilibrado la balanza», explica Gabriel Miñarro, director de márketing del equipo ACB. El sponsor del club menorquín es el Grupo Prasa, una constructora cordobesa que aporta este año algo más de un millón de euros al club. Esta compañía se publicita en el frontal de las camisetas de los jugadores con el nombre ViveMenorca. Las cuentas salen. Casi un 50% del presupuesto procede de ayudas públicas -IB3, Govern y administraciones menorquinas-. El resto es inversión privada. Tampoco temen las consecuencias de un posible descenso a la LEB. «El Govern se ha comprometido a subvencionarnos dos años más aunque bajemos. En cualquier caso no pensamos en esa posibilidad», zanja Miñarro.
El proyecto del Básquet Mallorca es «inviable» si no hay patrocinador. El club no tiene quien le esponsorice desde hace dos años, cuando Drac abandonó el patrocinio de lo que entonces era el básquet Inca. «Peligra la viabilidad del proyecto porque no tenemos ingresos por publicidad», afirma tajante Xavier Villalonga, el responsable de comunicación y márketing del club inquer. «Ya hemos agotado todos los recursos institucionales y la inversión privada tampoco llega. Tenemos algunos patrocinadores que nos dan cantidades modestas por poner una valla en el pabellón, pero son pequeñas empresas o comercios locales», asegura Villalonga. «Si el club no consigue un sponsor la continuidad del equipo en la competición es inviable», dice.
Joventut Mariana: buena salud gracias a sus 80 patrocinadores. «Cuando subimos a la Liga Femenina supimos que sería muy difícil encontrar a un gran sponsor. Así que pusimos la imagen corporativa del Ayuntamiento de Sóller y nos dedicamos a buscar pequeños patrocinadores», cuenta Joan Puigserver, responsable de finanzas del club solleric. Y así hasta captar a casi ochenta empresas, desde pequeñas tiendas de barrio hasta compañías de enjundia. «El dinero que nos aportan son el 60% de nuestro presupuesto, de 500.000 euros. Illesport, con 190.000 euros y el Ayuntamiento, con 25.000, son los que más contribuyen», sostiene Puigserver. Otras empresas, como Air Europa, colaboran con el equipo ofreciendo viajes gratis en los desplazamientos.
Palma Voley masculino: en peligro desde el inicio. La precaria situación financiera del Grupo Drac -que finalmente acabó en suspensión de pagos- obligó a la empresa de Vicenç Grande a dejar huérfano de patrocinador al Palma Voley de la Superliga masculina. Todo empeoró todavía más cuando, según el club, Illesport rebajó a la mitad la subvención que otorgaba cada año al equipo, y que pasó de 600.000 euros a 300.000. El desastre estaba servido. Los responsables del Palma Voley habían diseñado la temporada contando con la subvención entera y habían fichado jugadores y comprometido fichas por encima de las posibilidades reales del club. Dos jugadores han abandonado la disciplina del equipo y el resto deben conformarse con cobrar mil euros. El futuro es muy incierto y este club de la Superliga puede verse abocado al descenso o a la desaparición.
Las chicas del Palma Voley sí pueden sonreir. Las jugadoras de la Superliga femenina están embarcadas en un proyecto saneado, a pesar de compartir la misma estructura de club con los hombres del Palma Voley. El sponsor principal es Icaro, que aporta una cantidad cercana a los 80.000 euros. Además cuenta con otros pequeños patrocinadores que salvan el presupuesto. También hay menos gastos porque las chicas no juegan la ´Champions´ y no tienen que hacer largos desplazamientos.
Fisiomedia: sin publicidad por tener que jugar en pista ajena. «Nos perjudica mucho jugar en Inca. Los comercios y las pequeñas empresas de Manacor no se anuncian porque saben que su publicidad no tiene retorno, no es atractivo. Y encima las empresas de Inca nos dicen que tienen compromisos con los clubes de allí», lamenta el presidente del club manacorí, Miquel Jaume. Fisiomedia aporta 300.000 euros a este equipo de la División de Honor. «No llegamos a cuadrar el presupuesto, pero no hay más. Hemos tenido que reducir gastos, pero al menos parece que el año que viene podremos jugar en el pabellón Miquel Àngel Nadal de Manacor», dice Jaume.
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