Los clubes menorquines de fútbol se han parapetado tras una postura firme y están decididos a disputar sus partidos amistosos ‘de entrenamiento’ a lo largo de esta pretemporada sin contar con árbitros oficiales. El Menorca-Penya Ciutadella del pasado sábado, por ejemplo, ya lo dirigió un exárbitro directivo del Menorca, Emilio Urbano.
De esta forma exhiben su rechazo a las tarifas propuestas por la propia JIM, de acuerdo con el comité arbitral, que se ha avenido a rebajar considerablemente el precio de los encuentros de Liga para atender a las peticiones de los clubes. Virgilio Juaneda, presidente del fútbol insular, mostró ayer su contrariedad con la postura de las entidades de fútbol “porque no pueden saltarse el reglamento y si juegan partidos, aunque sean amistosos, lo han de comunicar a la Junta y contar con árbitros oficiales”. Juaneda contactó con los árbitros y les pidió que ajustaran al máximo las tarifas para los partidos de pretemporada, “y creo que lo han hecho. En partidos de Tercera la tarifa es de 580 euros y la han bajado a 175. En un partido con equipos de Tercera o Regional es necesario contar con auxiliares de banda; son partidos serios porque todos quieren ganar y con un solo árbitro, como proponían los clubes puede haber problemas”. Añade Juaneda que si un árbitro se desplaza, por ejemplo, desde Ciutadella a Maó para pitar un partido de dos horas tiene que tener una remuneración mínima y no los 60 euros que proponen los clubes.
Las entidades, sin embargo, siguen considerando abusivas las tarifas para los encuentros de competición en los tiempos que corren, y por tanto, tampoco consideran suficiente el ajuste para los amistosos.
Para los torneos (Sant Bartomeu y Ciutat de Maó), en principio, sí que contarán con árbitros oficiales, mientras que para los partidos de fiesta mayor será cada club el que decida.
“Si no piden árbitros y sucede algo anormal o se produce alguna lesión tendrán que atenerse a las consecuencias porque los jugadores ahora todavía no están mutualizados”, explica Juaneda. El mandatario va más allá y señala que “si yo voy a un partido que se juega sin árbitro oficial y se hace pagar entrada, lo denunciaré porque se está incumpliendo el reglamento, aunque este hecho puede denunciarlo cualquiera, incluso un simple aficionado”.
Pau Carbonell, delegado arbitral en Menorca, mostró también su sorpresa en Onda Cero, “por la negativa de los clubes ni siquiera a negociar, según nos informó el presidente, Virgilio Juaneda, “dijeron que no aceptaban las cantidades que proponíamos y nada más”.
Diario Menorca
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