Francisco Natera.

Convenció con creces a los técnicos del Nástic de Tarrgona de División de Honor, pero cuando todo apuntaba a que Samuel Lorenzo firmaría su contrato, el club catalán tuvo que desestimar su fichaje por motivos económicos. No podía mantener al ibicenco. Jarro de agua fria para el joven centrocampista, a quien le ilusionaba regresar a la máxima categoría sub18 tras su paso el curso anterior por el Menorca.

“Todo iba bien, el entrenador estaba contento conmigo y con mi rendimiento durante la prueba. De hecho, me dijo que tenía calidad de sobra para militar en el Nástic, pero cuando finalizó el examen, responsables de la entidad le dijeron a mi representante que sólo podían ficharme si me costeaba todos los gastos que supone residir allí, así que se fue todo al traste, puesto que mi familia, tal y como están las cosas, no puede afrontar este gasto”, explica Samu, que llegó a Ibiza a principios de esta semana.

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