Cuando la directiva del Formentera dijo al principio de la temporada que su objetivo era disputar el play-off de ascenso a Segunda B por segunda vez en su historia no era un farol. El conjunto entrenado por Luis Elcacho ha hecho realidad los deseos fijados antes de arrancar la Liga y ha estado en puestos de promoción en las 17 jornadas que se han jugado hasta el momento, cerrando el año 2013 como la mejor de las escuadras pitiusas que compiten en el grupo XI de la Tercera División balear al estar clasificada segunda.
Mientras, la Peña Deportiva solo ha fallado una semana entre los cuatro primeros y el Sant Rafel siempre se ha movido en la zona delicada de la clasificación del campeonato.
Lo más bajo que ha estado hasta ahora el Formentera ha sido en el tercer escalón, lugar que ha ocupado más veces de momento. Incluso llegó a ser líder circunstancial durante las dos primeras jornadas, empatado a puntos con varios equipos más, pero con una mejor diferencia de goles que todos ellos.
El bloque de Elcacho y el Campos mantuvieron el pulso al Mallorca B hasta la tercera jornada, en la que el filial tomó el mando por mejor golaveraje. En la siguiente, la cuarta, los bermellones se pusieron líderes en solitario –siguen ahí– y el Formentera perdió el segundo puesto en favor de la Peña Deportiva, que ganó el derbi por 1-0 (fue la primera de las dos únicas derrotas que han encajado los rojillos hasta el momento).
La buena temporada que están protagonizando los formenterenses queda reflejada en sus soberbios números. Suman 37 puntos, cuatro más que los que tenían la campaña pasada con los mismos partidos disputados. Y solo seis menos que la Peña del curso anterior, que fue el brillante ganador de la Liga. Es decir, que los de la menor de las Pitiüses llevan cifras de campeón, pero tienen el escollo del intratable Mallorca B.
Elcacho dispone de una plantilla de mucha calidad y perfectamente acoplada, ya que se conocen de la 2012-13. Además, los fichajes que han llegado –Piquero, Bernal y Urrea– han supuesto un complemento perfecto.
En la Peña, su entrenador, Mario Ormaechea, ha tenido que lidiar jornada tras jornada con numerosas lesiones de jugadores que han restado potencial a su equipo. Sin embargo, la competitividad que atesora el vigente campeón de Liga –implantada por su técnico– ha motivado que los peñistas hayan estado solo una jornada fuera de los puestos de liguilla. Fue en la primera, tras la cual arrancaron octavos después de un triunfo por la mínima en el campo del Santanyí.
La Peña está arriba pero en el club han dicho, por activa y por pasiva, que no es una exigencia jugar la promoción de ascenso –en la pasada se quedaron a un suspiro de subir a Segunda B–.
Durante muchas semanas los de Santa Eulària han sido segundos, pero en las últimas tres están cuartos. Tienen un encuentro menos jugado, el aplazado frente al Mercadal. Si lo ganan se pondrían terceros y solo con dos puntos menos que el Formentera. Habrá que ver si pueden seguir con los mejores hasta el final de Liga.
Mucho más negativa es la imagen que está ofreciendo el Sant Rafel, que no acaba de mostrarse regular. Lo preocupante es que los blues han vivido ocho jornadas en puestos de descenso y en dos de ellas como colistas.
Además, el año pasado, con los mismos partidos disputados que ahora, el Sant Rafel tenía cuatro puntos más en su haber y también estaba mejor posicionado que en la actualidad (era decimotercero en vez de decimoquinto).
Lo bueno para los rafelers es que están a solo cuatro puntos del décimo (el Llosetense). La plantilla tiene efectivos de suficiente calidad como para sacar la situación adelante. Su fútbol generalmente alegre también invita al optimismo.
Diario de Ibiza
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