Peligrosa situación para la plantilla de Tercera División del Penya Ciutadella ante la vuelta al trabajo que tuvo lugar ayer tarde en Son Marçal.
El grupo que dirige Dani Mori no ha podido cerrar ninguna de las tres contrataciones que ha perseguido durante los últimos días para cubrir las recientes bajas de Zurbano y Manolo Barrera, que se unieron a las de Pasantes, Barrera y Edu desde el inicio de temporada.
Además, esta semana podría perder a su jugador más valioso, David Camps, por quien se ha interesadop el Constància, como adelantó este diario la pasada semana.
Él equipo, por tanto, continúa limitado en 16 efectivos y se ve obligado a recurrir al juvenil B para entrenar y completar la convocatoria cuando sea necesario ya que el juvenil A lucha por conseguir la permanencia en la Liga Nacional que pasa por una de las prioridades de la entidad.
El Atlètic de Ciutadella, explicó ayer el portavoz del Penya, Joan Capó, ha negado finalmente la baja a Fel Llabrés, a quien había autorizado para que se entrenara a las órdenes de Mori antes del parón navideño, y éste había dado el visto bueno a su fichaje.
«Nos han dicho que ellos también están cortos de efectivos y no pueden desprenderse de este jugador, otra cosa es lo que él decida hacer», señala Capó.
Tampoco han fructificado las gestiones para que Bartu y Adam, que habían abandonado el equipo al término de la pasada campaña, volvieran ahora para disputar la segunda vuelta, «pero por cuestiones familiares no pueden hacerlo», señala el portavoz.
El Penya Ciutadella seguirá buscando efectivos, consciente de la dificultad que entraña encarar toda la segunda vuelta con 16 jugadores porque, además, los refuerzos del juvenil B, por razones obvias, no tienen aún nivel para jugar en Tercera División aunque, posiblemente, se vean obligados a hacerlo si el club no encuentra otras soluciones.
«Somos conscientes de la situación pero no vamos a correr porque para entrenos y convocatorias no hay problemas, salvo que haya nuevas lesiones o sanciones», dice Capó. «Tratamos de fichar a jugadores que cubran a los que se han marchado, y que puedan tener disponibilidad para jugar en la categoría y no incorporar porque sí».
Capó admite que Dani Mori está preocupado «pero no desmoralizado, todos tenemos que mirar hacia adelante y continuar trabajando». Sin embargo, reconoce que la disponibilidad de una plantilla tan corta puede ser un handicap importante en la lucha por obtener la permanencia en la Tercera División.
El equipo llegó al parón navideño tras encadenar tres derrotas y tratará de reaccionar el sábado en el feudo del colista, Santanyí.
Diario Menorca
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