El máximo accionista del Real Mallorca, Llorenç Serra Ferrer, ha dimitido como apoderado del Real Mallorca. Esto significa, automáticamente, que a partir de ahora dispone de libertad de voto al margen de Biel Cerdá, con el que aún mantiene la sindicación de acciones.
Pero el pobler muere matando porque esta libertad de voto le ha permitido en el Consejo de Administración promover el despido del Director General de la entidad, Chema Durán. Un hombre que llegó al club de la mano de Serra Ferrer para sustituir a Pedro Terrasa en el cargo, y que en los últimos meses se reveló en su contra aliándose con Biel Cerdá, que no ha tenido más remedio que dejarlo caer.
Es el primer impacto de un largo Consejo de Administración que también ha vivido la insólita situación de tener que escuchar durante más de dos horas las explicaciones del entrenador, José Luis Oltra, sobre la situación de la plantilla para afrontar lo que queda de temporada.
La reunión del Consejo continúa y se esperan más noticias de impacto.
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