Lorenzo Serra Ferrer y Utz Claassen representan el nuevo poder en el Real Mallorca. Un acuerdo sorpresa entre ambos consejeros neutralizó el afán de destrucción de todo lo que tuviera que ver con el “pobler” por parte de Biel Cerdá.

Cerdá queda como único apoderado del club tras la dimisión de Serra Ferrer como titular de este mismo cargo. Esto quiere decir, de entrada, dos cosas: la primera, que Serra Ferrer y Cerdá rompen su acuerdo de sindicación por lo que cada uno votará por su cuenta. Y segundo, que Cerdá se convierte en un personaje sometido al Consejo de Administración: todas y cada una de sus decisiones deberá ser votada y aprobada por el Consejo.

Un Consejo, el de este jueves, que continuará el próximo lunes. De lo visto en las seis horas de reunión, dos noticias. La primera, el cese del director general de la entidad, Chema Durán, que llegó al Real Mallorca de la mano de Serra Ferrer y que en los últimos meses le traicionó aliándose con Biel Cerdá, que no ha podido hacer nada para evitar su despido.

Por otro lado, se vivió la insólita situación de ver comparecer al entrenador José Luis Oltra ante el Consejo para explicar su visión del estado de la plantilla y las necesidades de cara al mercado de invierno.

Lorenzo serra Ferrer, al que se daba por muerto, ha dado un vuelco a la situación gracias a un acuerdo in extremis con el alemán Utz Claassen. Un acuerdo hasta final de temporada y que permitirá seguir visualizándose en la reanudación de la reunión el próximo lunes.

Una de las incógnitas es saber en qué situación queda el consejero Pedro Terrasa a partir de ahora.

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