Tomeu Maura
Se acabó la era Cerdà, surge la era Claassen. El consejero alemán toma el poder de gestión en el club tras un Consejo de Administración mucho más corto de lo que se preveía, pero que acabó cumpliendo los pronósticos. Dos nuevos apoderados fueron nombrados, Michael Blum en representación de Claassen y Tolo Martorell según propuesta de Serra Ferrer, lo que significa revocar todos los poderes de Cerdà. Blum, el jefe de prensa de Claaasen, asume la dirección general del club, mientras que el notario José Antonio Carbonell sustituye como secretario del Consejo a Julián Carnicero.
De la nueva tormenta institucional nace un ganador absoluto, Utz Claassen, y dos perdedores, Biel Cerdà y Pedro Terrasa, que queda al margen de cualquier puesto directivo pese a que esas eran sus pretensiones. Ahora falta por saber cuál es la dimensión del acuerdo al que ha llegado el alemán con Serra Ferrer, aunque ambos negaron ayer la existencia de ningún tipo de pacto, algo por otro lado evidente porque la sindicación no está oficialmente rota y hasta que eso suceda, Serra Ferrer no puede tomar ninguna decisión que no le vincule a Biel Cerdà, que será destituido como presidente en la próxima reunión del Consejo, en un mes. El propio Utz Claassen se perfila como nuevo presidente del Mallorca si la destitución de Cerdà prospera, algo que no está demasiado claro porque dependerá del dictamen jurídico que reciba Serra Ferrer sobre la sindicación.
De acuerdo al nuevo orden, Llorenç Serra Ferrer se mantiene como director deportivo y vicepresidente, aunque pierde su condición de apoderado, cuya representación pasa a manos de Tolo Martorell, hombre de máxima confianza de la familia, y que será quien debata junto a Michael Blum el día a día del club, aunque en cualquier caso el responsable de comunicación del alemán es quien parece tener la última palabra en su condición de director general. Las primeras decisiones no tardarán en tomarse. Para empezar el gabinete de comunicación contratado por Cerdá, Zink, tiene los días contados en el club. No sólo eso. Si se demuestra que su directora, Nuria Amat, es la responsable de haber filtrado documentos oficiales del Mallorca sin autorización y por orden de Cerdà, tal y como se sospecha, se enfrentará a una demanda judicial en toda orden.
Asimismo las empresas subcontratadas por Cerdà dejarán de prestar servicios al Mallorca y en los próximos días se estudiarán detenidamente cuáles han sido sus movimientos en el club por si es necesario emprender algún tipo de acción legal, algo que no es descartable.
El Mundo de Baleares
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