El portero padece una lesión fibrilar en el aductor del muslo derecho y se perderá como mínimo el choque ante el Almería
SEBASTIÀ ADROVER. PALMA. No es una baja cualquiera. Es uno de los culpables de que la segunda vuelta del Mallorca esté siendo tan buena, a pesar del tropiezo del sábado ante el Athletic (2-1). Dudú Aouate es baja segura para el partido de la próxima jornada ante el Almería, como mínimo. Según las primeras exploraciones efectuadas ayer a su llegada a la isla, el portero padece signos de una lesión fibrilar grado I en el aductor mediano del muslo derecho, tal y como informa el parte médico del club. Esto se traduce entre ocho y diez días sin entrenar, aunque el diagnóstico final está a expensas de la evolución que tenga el futbolista en las próximas 48 horas. De hecho, hoy volverá a hacerse pruebas en la Policlínica Miramar palmesana. «Me duele mucho», admitió ayer a DIARIO de MALLORCA justo antes de emprender el vuelo de regreso a la isla desde Bilbao.
Si el cancerbero pidió el cambio en San Mamés es porque no podía más. Era el minuto 81 y en el marcador figuraba el empate a uno. No estaba cansado. Ni mucho menos. Apenas había intervenido porque el Athletic no le había puesto en aprietos. Eso sí, no pudo hacer nada para detener el penalti lanzado por Yeste.
Pinchazo
Pero cuando menos se lo esperaba sintió un pinchazo muy fuerte que le impedía moverse. De ahí que no quisiera perjudicar a los suyos y mirara al banquillo para pedir el cambio. Era una temeridad seguir sobre el césped. Cualquier jugada comprometida hubiera sido un riesgo innecesario para los bermellones. Además, Manzano sólo había hecho dos cambios, por lo que no quedaba otra opción posible.
Su rostro de resignación lo decía todo. El israelí quiere jugar hasta en los partidos amistosos y es consciente que ahora es el peor momento para estar en la grada. La salvación está en juego y el meta es uno de los artífices de que esté más cerca que cuando llegó en el mercado invernal. Su sola presencia ha aportado seguridad a la defensa, un aspecto clave para un grupo que desea alejarse del descenso. Sus reflejos, su decisión en las salidas y su tranquilidad han colaborado a que la nómina de goles encajados bajara en este segundo tramo de campeonato.
Contratiempo
Su ausencia es un contratiempo en toda regla para Manzano. Las bajas siempre son inoportunas, pero esta es de las que hace daño. Con apenas unos meses en el vestuario se ha ganado el cariño de sus compañeros y del mallorquinismo. Venía de estar casi medio año sin jugar, del absoluto ostracismo en el Deportivo de La Coruña.
Aouate confiaba en sus posibilidades y sólo hacía falta que un equipo apostara por él. El Mallorca pagó 850.000 euros a los gallegos, aunque a buen seguro que no se arrepiente. Ha encajado quince tantos en once encuentros, lo que le convierte en el menos goleado de media de los tres que han defendido la portería rojilla con 1´3 por partido. Moyà, con 1´4 y Lux, con 1´7, son las cifras del resto.
DIARIO DE MALLORCA
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