Iriney Santos Da Silva, jugador del RCD Mallorca, atendió a los medios tras el entrenamiento de este jueves:

«Es una final y contra un rival complicado, lo que queremos es estar lo más unidos posible. Es un campo duro y complicado. Tenemos que salir y estar preparados. Es un partido que tenemos que ganar, que sean colistas o no esto da igual, es una competición muy igualada. Es un partido difícil».

«Tenemos que hacer las cosas bien, estamos en Segunda División y el fútbol es más complicado que en Primera.Hay que estar juntos y jugar al fútbol. Hay que ser camaleónicos y adaptarnos al campo que vayamos».

«El partido del Hércules fue difícil. Yo creo que en fútbol la diferencia esta cuando el balón pasa la línea y toca la red. Lo que vale es la realidad y la realidad es que es un partido que perdimos en nuestra casa. A partir del gol las cosas cambiaron, porque hay una presión, y el partido fue un palo para todos y muy sufrida para el vestuario».

«Está claro que para vivir un ascenso hay que tener una plantilla muy fuerte, muy unida y con una continuidad de partidos ganados importante. La gente tiene muchas ganas y el vestuario es magnífico. Pero si las cosas no salen como queremos, cada uno tiene que ser crítico e intentar hacer lo mejor para el grupo».

«Ahora mismo tenemos que mirar hacia arriba y no tener miedo, porque somos capaces y con un grupo magnífico. No somos máquinas y necesitamos una alegría para todos. Ojalá a partir del sábado las cosas puedan cambiar y que la isla pueda vivir un buen  rato feliz».

«Las cosas no estan yendo como nosotros queríamos, porque los resultados no llegan, y lo que marca una alegría son los resultados. Pondremos de nuestra parte porque queremos estar tranquilos y hacer las cosas bien. La situación no es sana y queremos que haya tranquilidad. Queremos que reine la paz y la alegría en el Club».