Faltan horas para que la Selección española vuelva a cambiar la historia del fútbol femenino al disputar la final del Mundial Sub-17 de Costa Rica contra Japón.

Han pasado 23 días desde que el conjunto español dirigido por Jorge Vilda aterrizaba en el aeropuerto internacional de San José. Jóvenes futbolistas, algo dormidas por el jet lag, aún no apreciaban lo que habían conseguido al clasificarse para el torneo más importante del año en su categoría.

En un debut difícil, no sólo por la competitividad de las japonesas sino por el intenso calor y la desorientación de tanto viaje, las internacionales sub-17 tropezaron en el primer partido. A partir de allí, se volvieron a levantar con más fuerza que nunca, yendo de menos a más en cada encuentro. Una derrota y cuatro victorias han conseguido que el conjunto español cambiase la historia del fútbol femenino en nuestro país al llegar a la final de la cita mundialista. Pulgada a pulgada, como dicen ellas en su lema, las futbolistas han avanzado hasta la finalísima.

Haciendo un grandísimo campeonato, mostrando la calidad de juego, excelente comunicación entre ellas y su hambre por conseguir la victoria en todos los partidos disputados; ahora sólo les queda un solo encuentro para acercarse a esa «pulgada» que les separa de su gran sueño.

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