Con la posibilidad en esta última jornada de liga en casa del descendido Felanitx de aumentar su cuota goleadora, el delantero del Penya Ciutadella David Camps alcanzó ya los 20 goles ante el Santanyí. El ciutadellenc, que llama a la puerta de la Segunda B, entra en el club menorquín de los veinte y reemplaza a los últimos menorquines en lograrlo. Juanlu, que marcó 21 en su primer año en el CE Alaior y 22 en el Atlètic Ciutadella– antes de ir al Sporting Mahonés–, o Pere Bagur, que aquel fantástico año del ‘Brujo’ Diego Marquès en poniente marcó 23 tantos. Anteriormente, Tóbal Tudurí por ejemplo, con el Sóller, fue ‘pichichi’ de Tercera con 28.
Para Camps, el secreto para alcanzar los 20 goles ha sido «trabajar todo el año a tope, que me han respectado las lesiones– que era lo más importante– y tener mucha confiaza en ti mismo. Y dar las gracias al equipo, que sin ellos no sería capaz de alcanzar esta cifra de goles. Y al cuerpo tecnico, que me ha ayudado mucho», manifiesta un Camps que asegura que no es fácil marcar tanto. «Esto viene solo trabajando; los delanteros pasan por muchas rachas. A veces lo metes de todas las maneras, y cuando no quieren entrar, lo intentas y no metes».
El ariete nunca llegó a pensar en «arrimarse a esta cifra. Yo lo tenía claro: disfrutar el momento con mi equipo y salvar la categoría. Y a partir de allí, todo lo que viniera era bueno», exclama. Camps no cree que la Tercera le haya quedado pequeña: «Me ha salido un gran año, tanto colectivo como personal, y el futuro decidirá allí donde tenga que estar el año que viene».
Y es que el ciutadellenc no oculta su ilusión por jugar en Segunda B. «Me encantaría jugar en 2ª B, tiene que ser muy bonito jugar la categoría de bronze, con mucho más nivel y más exigencia. Un ritmo muy diferente porque ya eres profesional», opina el jugador, que cree que sus 20 goles, «son un buen currículum. Pero no me hago ilusiones, tengo que vivir el día a día. Ahora, terminar bien la temporada, que me queda un partido con el Penya, y después pensaremos lo mejor para mí y para mi familia».
Un David Camps que tuvo la oferta en el mercado de invierno para ir al Constància de Segunda B y la rechazó al no llegar a un acuerdo. «No me arrepiento de no haber ido a Inca porque tenía decidido hacer una gran temporada aquí. Me comprometí y era lo mejor para mí y el equipo». Asegura que no tiene representante, «pero tengo gente que me mira algo. El mercado, hasta que no termine temporada, no se empieza a mover. Esperemos que haya algo». A Camps le encantaría «vivir del fútbol hasta retirarme a los 35 años. A ver si hay suerte e ilusión para vivir unos cuantos años del deporte, el sueño de todo futbolista».
Diario Menorca
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