El Atlético Baleares vuelve a Palma. Sin embargo, no retorna a su casa, el Estadio Balear –aún precintado por el Ajuntament de Palma por amenaza de derrumbe–, sino que lo hará a escasos cientos de metros de allí, en Son Malferit (La Soledad). Ayer, el club blanquiazul y la Federació de Futbol de les Illes Balears firmaron un acuerdo para la cesión del terreno de juego –ahora propiedad de esta territorial tras cedérselo Cort a cambio de la disputa del España-Bielorrusia de selecciones absolutas– al Atlético Baleares por espacio de tres años; o hasta que la entidad palmesana tenga ya adecuado el Estadio Balear.
«Hemos llegado a un acuerdo con la federación para que nos cedan el campo. Allí será nuestra casa a partir de ahora y allí será donde jugarán la totalidad de las plantillas blanquiazules», señaló Antoni Garau, nuevo presidente –aún no confirmado por la juez del proceso concursal en el que está sumido el club– del Atlético Baleares.
La entidad palmesana ha vivido un año para olvidar en el plano de instalaciones después de sufrir el cierre del Estadio Balear. La primera plantilla jugó en Magaluf, los juveniles en Binissalem y la base alternó distintos campos de Palma. «Pretendemos ahora que todo esté unificado y centralizado en un solo escenario, que será Son Malferit. Además, es un campo que está cerca de nuestra gente de siempre», explicó Nico López, director general del Atlético Baleares, que añadió: «Sí que aún podría ser que algunas plantillas de fútbol-8 tuvieran que entrenar o jugar en el Germans Escalas, pero nunca ocurrirá lo de esta campaña en la que todos los conjuntos estaban desperdigados».
Antoni Garau y Guido König, hombre de confianza del que será nuevo propietario del club, Ingo Volckmann, sellaron ayer el acuerdo con Miquel Bestard, presidente de la Balear.
«Ha habido una gran predisposición por parte de la federación, que no ha puesto ningún problema», indicó Garau, que dijo que Son Malferit sufriría modificaciones: «Nuestra intención es prepararlo para una asistencia de mil a 1.500 personas. Iremos adecuándolo sobre la marcha, ya sea poniendo gradas supletorias y demás».
El presidente del club blanquiazul sí que dejó claro que enseguida que el Estadio Balear esté operativo se irán allí. «Aquella es nuestra casa de siempre y allí nos toca estar», finalizó Garau, que ayer debutó como presidente.
Diario Mallorca
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