Tras el partido de Juvenil preferente entre los equipos Llosetense y Atco. Baleares, celebrado el pasado domingo 14 de septiembre, se produjeron daños en el vehículo particular del árbitro de 3ª División, J.P. Rodríguez Quintero. El vehículo sufrió daños en la chapa fruto de golpes, ralladuras en la chapa y el vaciado del aire de una rueda. El árbitro llamó a la Policía Local del pueblo y realizó una inspección ocular del vehículo. Nos confirman que se interpone denuncia sobre los hechos y que se van a iniciar las pertinentes gestiones para identificar al autor/es de tan lamentable hecho.
Es increíble que en pleno siglo XXI siga habiendo delincuentes escondidos en el entorno nuestro fútbol balear. Cabe recordar que hace dos semanas otro árbitro de tercera división se vio obligado a suspender un partido durante varios minutos por la actitud de un numeroso grupo de aficionados locales, tristemente conocidos en el ámbito futbolístico balear por su “particular” forma de disfrutar del fútbol.
La Junta Directiva del Comité Balear condena enérgicamente estos hechos y pone a disposición de nuestro compañero todos los medios necesarios defender sus legítimos intereses que no son otro que la restitución del daño causado y la identificación y condena del autor/es del hecho.
Nos entristece recordar que no llevamos ni un mes de competición y ya hemos tenido que publicar publicar esta noticia. Ni que decir tiene que, de seguir así, se tendrán que valorar y buscar soluciones drásticas a estos acontecimientos con los que poder preservar los bienes materiales de los colegiados de Baleares. La indignación en el colectivo arbitral es máxima, destacando que las personas no son “equipos”, pero cada equipo sabe quienes son esos aficionados/indeseables que no hacen ningún favor a sus colores e intereses, mancillando con sus actos violentos el buen nombre y reputación de todo un equipo, entidad o pueblo.
El colectivo arbitral espera un apoyo incondicional por parte de la FFIB y un comunicado de repulsa sobre lo acontecido, así como una sanción ejemplar en el supuesto de que se demuestre que el autor/autores tengan licencia federativa.
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