Mario Ormaechea, entrenador de la Peña Deportiva, se cansa de repetir en las ruedas de prensa que todas las comparaciones con las anteriores dos temporadas, en las que también dirigió al bloque de Santa Eulària, están perdidas. Asegura por activa y por pasiva que tiene peor equipo y, de momento, los números le dan la razón. No en vano, el bloque peñista actual presenta peores registros que los de las campañas 2012-13 (en la que la Peña fue campeona de Liga) y 2013-14 (en la que quedó subcampeona).
La escuadra de este curso suma 13 puntos y es sexta tras ocho jornadas. Tiene, por tanto, cinco puntos menos que la del campeonato anterior a esas alturas (que marchaba segunda) y seis menos que la que obtuvo el título liguero (que disputados ocho encuentros lideraba la competición con tres puntos de ventaja sobre el Sóller).
La explicación es sencilla: las tres derrotas que han encajado los de la Villa del Río en otros tantos partidos a domicilio están significando una importante losa. El dato es esclarecedor, ya que son la mitad de encuentros que perdieron los dos equipos inmediatamente anteriores a la actual.
Donde más o menos son parejos los equipos es en el bagaje goleador. El conjunto santaeulaliense no ha perdido su olfato y dinamita atacante porque siempre ha contado con muy buenos futbolistas de medio campo para arriba. La Peña de la 2012-13 llevaba marcados 14 goles; la de la siguiente campaña acumulaba 15 y la actual 13 tantos a favor.
El registro que sobresale es el de goles en contra: diez tantos lleva el plantel peñista del presente (incluso con un portero de máximas garantías como Moro). Son el doble que la del curso pasado y tres más que el grupo que cantó el alirón. Parece claro que algo está fallando en la parcela defensiva.
Diariodeibiza.es
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