Hundido en la tabla víctima de una situación económica difícil de llevar y con sólo 13 jugadores disponibles el At. Ciutadella ha obrado el milagro hasta salir del farolillo rojo y optar a la salvación.
El deporte no es una ciencia exacta y, por tanto, escapa a la lógica. Esta realidad tangible que ofrece la práctica competitiva halla un nuevo ejemplo en la milagrosa recuperación del Atlètic de Ciutadella desde que arrancara 2010.
El equipo que entrena Marc Serrano ha sumado tres victorias en los últimos cuatro partidos, 9 puntos, -en los anteriores 17 sólo había sido capaz de acumular 7-, que le han sacado del pozo de la clasificación. Una racha como la bermellona es frecuente en el fútbol por muchas circunstancias, pero no en el caso del club que preside Bep Oleo. Y no lo es porque la entidad anda enredada en una situación económica e institucional delicada que le impide cumplir con los pagos puntuales a plantilla y proveedores, y lo que es más importante, el técnico sólo cuenta a día de hoy con 12 jugadores disponibles.
Por eso llama poderosamente la atención este salto hacia adelante en la tabla. Las claves que explican esta destacable heroicidad pasan por el trabajo del entrenador, tanto técnico como psicológico, y por la unión del grupo, muy probablemente favorecido por la presencia masiva de jugadores foráneos, en su mayoría brasileños.
«Yo no estoy sorprendido de la reacción porque veía trabajar a los jugadores y esperábamos que llegara, sólo era cuestión de tiempo», explica el preside Josep Oleo. Además, sostiene, «también la suerte tenía que cambiar porque habíamos perdido muchos partidos, incluso ante los mejores equipos de la categoría, por resultados mínimos y mala fortuna».
Oleo quiere agradecer y destacar, en este momento, la dedicación de jugadores y entrenador, «ellos están implicados en el proyecto por eso quiero valorar y agradecer su esfuerzo y su comprensión hacia el trabajo que hacemos nosotros para poder cumplir con los compromisos; es encomiable lo que están haciendo», subraya el máximo mandatario.
La plantilla del Atlètic ha aceptado la propuesta de la junta para ir cobrando a medida que el club recibe ingresos en su tesorería. «No estamos al día pero vamos pagando poco a poco, tanto a los de fuera como a los de casa». Explica que «los brasileños tienen sus necesidades básicas cubiertas, alojamiento y manutención. Hasta hace un tiempo les comprábamos los alimentos y les preparábamos la comida que ellos se llevaban a su domicilio pero ahora ya están más familiarizados con la ciudad y compran y cocinan ellos mismos. Son unas excelentes personas.
En los próximos días la junta espera incorporar a tres o cuatro jugadores procedentes de Regional para cubrir bajas y poder trabajar con más normalidad hasta final de Liga. El club dispone de cinco fichas libres.
Vinicius: «Trabajar con corazón y cariño hace superar las dificultades»
Vinicius Andre Soares (Sao Paolo, 21) es uno de los seis jugadores brasileños que integran ahora la plantilla del Atlètic. Su tono de voz denota tranquilidad y satisfacción y sus palabras explican por qué el equipo no se ha hundido como parecía lo más lógico. «Cuando vinimos a España sabíamos que había que pasar por malos momentos, todos los que llegan a algo en la vida, los pasan», señala este joven futbolista, uno de los más prometedores de la plantilla.
Vinicius explica que «la situación que hemos soportado ha sido complicada pero en su momento confiamos en lo que nos dijo la directiva y ahora ya estábamos mejor. No podíamos volver a Brasil si pretendemos abrirnos camino aquí».
El hecho de haber coincidido seis brasileños en la plantilla «ha sido de gran ayuda, claro, hemos hecho otra familia aquí apoyándonos entre nosotros pero también el club nos ha ayudado». Los seis jugadores brasileños residen en el mismo domicilio, en Calan Blanes, «y estamos bien».
La recuperación del equipo se debe «a que hemos trabajado con mucho cariño, mucho corazón y mucha unión entre todos para superar las dificultades». Y ahora, Vinicius está convencido que «nos salvaremos porque el trabajo y la unión que hay se traduce en el campo».
Asegura el jugador que tanto él como sus compatriotas -Aroucas, Guilherme, Rafael, Nazuti y Thiago- «estamos contentos en Menorca». Por eso añade que decidieron quedarse en el -Atlétic al contrario que otros compañeros «porque tenemos un contrato y queremos sacar adelante al Atlètic».
DIARIO DE MENORCA
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