Todos sabemos que cuando alguien empieza un proyecto es de obligado cumplimiento darle un margen de confianza y aparcar la posible negatividad acumulada. Incluso cuando nos venden «ilusiones”, a priori, poco creíbles entiendo que hay que esperar antes de emitir opiniones que puedan interferir y dejar trabajar esperando resultados. No creo que ningún técnico se atreva a discutir los sistemas del nuevo entrenador tras una semana de trabajo, sería del todo injusto. Hay que esperar un tiempo prudencial para poder opinar sobre sus sistemas de trabajo, así como sus planteamientos tácticos con distintos rivales y ver como maneja el timón ante las adversidades que surgen durante cada partido.

Precisamente por lo comentado, el nuevo entrenador tenía ante sí un «caramelo» para poder recuperar la ilusión de esta afición que empezaba a estar harta de lo anterior y le recibía con ganas de recobrar el ánimo de volver a Son Moix.

Ante un rival que ya no recuerda cuando ganó el último partido, ante un rival con una plantilla muy inferior a la nuestra que tiene que recurrir a jugadores del filial (Antonio Domínguez, Caye Quintana, Dani Molina) que hoy echarán en falta en su importante partido ante el SMD San Juan, ante un rival lleno de dudas perdido en la cola de la clasificación.

En definitiva, ante un rival máximo aspirante al descenso de categoría, si sale decididamente, sin especular, a por el partido; en primer lugar tiene muchas posibilidades de ganar, en segundo lugar si le sale mal nadie le va a culpar porque no ha tenido tiempo de trabajar y seguirá intacto el margen de confianza y en tercer lugar los mallorquinistas hemos sido ricos y pobres pero nunca miserables y es preferible venir con cero puntos por mala suerte, porque me han sorprendido en una contra o por lo que sea, pero habiendo visto un equipo que ha dado la cara, que con un equipo que ha intentado jugar como explica su propio entrenador, al que jamás podré discutir técnicamente hablando pero que su declaración de intenciones sí es opinable desde el primer momento y lo comentado después del partido, más que generar ilusión me da miedo al ver al equipo ante un entrenador cobarde.

El análisis que hace después del partido podría ser coherente si viniéramos de Las Palmas pero señores venimos de Huelva y sus problemas.

Dice «estoy orgulloso de los jugadores», evidente yo también de verlos sufrir teniendo calidad para haber disfrutado si les dejan jugar sin tantas ataduras y miedos.

Dice que ha encontrado a «unos jugadores con desconfianza y bajos de moral». Pues, sinceramente no veo yo que haya venido un técnico tipo Fernando Vázquez , un tipo entusiasta que levanta morales y corre la banda con los jugadores, más bien veo una buena persona con buenas intenciones pero con un aire tristón y, por lo visto ayer, cobarde que no hace honor al jugador que fue y que lejos de subir la moral a los jugadores los puede llevar a la «depresión» y camino de segunda división B.

Ojalá me equivoque por mi propio mallorquinismo, por todos en general pero no puedo dejar de pensar como afrontaremos los partidos con rivales de más entidad si nos hemos “arrugado” ante el rival más flojo posible a día de hoy.

A sus propias palabras me remito

“El planteamiento era esperar al rival, como hasta ahora, pero con unas características cambiadas”, ¿esperar al Recreativo de Huelva?

“La expulsión ha cambiado las cosas, hemos pasado de ser un equipo que dominaba en algunas fases del partido a ser casi completamente dominados”. Marco Asensio fue expulsado en el minuto 44, lo tuvimos toda la primera parte.

“Todavía estamos lejos de lo que me gustaría que fuera el equipo”. Miedo me da lo que me temo que le gustaría.

 

JCM para Fútbol Balear.