Ayer se confirmó el cese de Jonathan Risueño junto a su equipo táctico del Rotlet Molinar. Quizás su error fue el ir de cara, el decir las cosas como las sentía sin pensar en los prejuicios que la sinceridad podría llevarle. En un sociedad podrida de valores, el ir de frente provoca recelo. Jonathan es irreverente, irónico y desdeñoso, pero auténtico. De los que da la cara por su gente, aún a riesgo de que se la partan.

Una oveja con piel de lobo. El 90% de los que hablan mal de el seguramente nunca habrá cruzado unas cuantas palabras con el, pero claro «rajar» de alguien sin conocerlo es el deporte más practicado hoy en día.

Risueño vive el fútbol las 24 horas y hace grande al deporte rey. Sin decir una palabra más alta que la otra convence con su manera de explicar las cosas. Sus detractores celebrarán que ya no esté en su cargo pensando que han ganado esta «guerra» en la que solo ha perdido el fútbol balear.

Que una persona con sus conocimientos esté en nuestra liga es muy positivo para todos. Sigan «rajando» de gente que va de frente y defiendan la hipocresía en el fútbol y en la vida. Yo doy la cara por el, por su forma de entender la vida, por su forma de ser.

Mucha suerte en tu camino, que a buen seguro estará plagado de éxitos porque de fútbol sabes un rato, y se trata de esto. A buen seguro que los jugadores del Molinar cuando asciendan a tercera división tendrán claro quienes fueron los que juntaron un equipo de la nada, contra el que todos competían, contra el que era esperado por todos, pero eso fue lo que os unió, lo que os hizo grande. Imagino que alguien como tu sobra en el fútbol balear, imagino que decir las cosas claras y denunciar las vergüenzas está mal visto.

Posiblemente sea mejor ser una «ovejita» que sigue su remanso sin salirse del camino. No me quiero olvidar de Rafael Sastre, de Jordi, así como de toda la plantilla del Rotlet Molinar. Mucha fuerza para ellos, a los que quiero ver más que nunca luchando por el ascenso. Este escrito me va acarrear problemas, pero lo asumo como hacía Jonathan, dando la cara. Ladran, luego cabalgamos!

Juan Gayá Salom

@juangayasalom