En plena euforia deportiva, trece de los últimos quince puntos disputados desde la llegada de Gustavo Lionel Siviero y a escasos casi cuatro meses después de levantar el concurso de acreedores, el Atlético Baleares se lanza a la búsqueda de dinero fresco. Según ha podido saber esta web, el conjunto palmesano ha convocado junta de accionistas para el próximo viernes 20 de marzo, con la intención de sacar adelante una ampliación de capital por un mínimo de 2,60 millones y un máximo de 4,00 millones de euros, según el anuncio aparecido en el Boletín Oficial del registro mercantil (BORME) de fecha 11 de febrero 2015. En principio, esta operación servirá para compensar deudas existentes con algunos de los accionistas que capitalizarán sus préstamos y probablemente inyectar una nueva e importante liquidez a la SAD blanquiazul.

El Baleares entró en concurso de acreedores el pasado mes de abril de 2014, pero en octubre del mismo año alcanzó un acuerdo con la mayoría de acreedores para salir del mismo en un tiempo récord, todo bajo la supervision del administrador concursal Demetrio Madrid. La única solución pasaba por la capitalización de parte de la deuda y la aplicación de quitas sobre la misma, ya que el club no dispone de activos propios: los jugadores quedaban libres, la caja estaba vacía y el estadio es de titularidad de la procampo y que el equipo utilizaba mediante concesión administrativa.

El principal escollo era el expresidente Miguel Ángel Gómez, que reclamaba cerca de 200.000 euros y que finalmente se conformó apelando a su amor al club con percibir solo 70.000 euros en forma de acciones. El importe de la ampliación de capital es muy superior al que adeudaba a sus accionistas, por lo que es de presuponer que se espera obtener liquidez adicional para los retos más inmediatos de la entidad, y para el importante desembolso realizado por el nuevo propietario

Sin ir más lejos, los accionistas de Procampo, la sociedad titular del estadio del Atlético Baleares, apenas han logrado 50.000 euros para la remodelación de Son Malferit. Se trata de una cifra muy alejada respecto a los 800.000 euros en que se estima una obra necesaria ante el acelerado deterioro que ha sufrido la infraestructura del vestuto estadio de la Via de Cintura.

Hay que recordar que hasta el pasado verano en que se produjo el cambio de propiedad, Bartolomé Cursach era el máximo accionista de la SAD blanquiazul con más de un 66% de la masa accionarial. Le sigue el ex presidente Fernando Crespí con cerca del 13% y como tercer máximo accionista la familia Horrach que posen cerca del 6% de las acciones, también hay que añadir en menor proporción a el ex presidente Miguel Ángel Gómez y un amplio abanico de pequeños accionistas que con un gran esfuerzo aportaron 1000 euros por cada acción.

 

Pedro Bonet para Fútbol Balear.