Funcionó bien el equipo en este primer envite de la pretemporada 2016-17 (pues no hay nada que rascar en el actual campeonato). Las diferencias de actitud de ambos conjuntos marcaron el devenir del encuentro. De que el fútbol es un estado de ánimo da buena cuenta el Barça y sus filiales. La indolencia visitante -mal panorama se vislumbra en la cantera azulgrana a corto plazo- contra la ilusión de los locales dieron lugar a una superioridad blanquiazul incontestable. Y lo agradecieron los aficionados, que disfrutaron de un plácido encuentro ahora que la presión sólo se atisba en la persecución de una plaza para la copa del rey.

Sorprendió la actuación de algunos jugadores. Tal fue el caso de Malik, denostado hasta la saciedad por quien suscribe estas líneas, que mostró un perfil desconocido hasta la fecha. Pausa con criterio y reparto certero de juego le encumbraron como uno de los valedores de la victoria.

Más llamativo aún resultó el desequilibrio constante de Casares, lo que nos lleva a preguntarnos por su eterna suplencia a lo largo del campeonato.

Otro enclave de interés se situó en la dupla de centrales, con Manu y Esteban dejando a la altura de la eterna suplencia a Prieto y Wieman. Seguridad, criterio e intensidad avalaron su actuación.

El resto del equipo, desde Sabater hasta Jurado, pasando por Fullana, Kike y el gran Xisco Hernández, junto a las incorporaciones de Juanjo -más comedido Guasp por el otro ala- dejaron claro lo que puede aportar un equipo que trata bien el esférico y disfruta del juego.

La victoria resultó corta, por las ocasiones generadas, y tal vez larga por la ausencia de dureza visitante y su falta de presión.

En el centro está la virtud. Ya lo decía el gran Manolo Preciado: ni ahora somos el Manchester ni antes la última mierda que cagó Pilatos…(con perdón).

Habrá que esperar a finalizar el campeonato para la justificación de bajas o renovaciones y prepararse para una nueva temporada cargada de ilusión, trabajo e incorporaciones que acaben de apuntalar a un equipo con serias aspiraciones para lograr subir a la planta superior. Estaremos atentos.

Por cierto, habría que revisar algunos convenios con equipos que visten los colores del eterno rival como homenaje. En el beneficio mutuo no vale todo. La fidelidad a unos principios no admite excepciones.

Daniel Riera para Fútbol Balear.