El RCD Mallorca ha empatado a uno en su visita a La Condomina en un partido que empezó ganando con gol de Raillo en el primer periodo y que terminó empatando el UCAM Murcia con un penalti, muy muy dudoso, en el minuto 80 que sólo vio el árbitro. El Mallorca planteó un encuentro muy serio en defensa, y muy práctico, lo que hizo que el rival no tuviera ocasiones, exceptuando la citada pena máxima.

El partido comenzó con los dos equipos estudiándose conscientes de la necesidad de puntos y de la importancia de no encajar, fueron minutos de tanteo. En los primeros compases del partido predominó el centrocampismo. El Mallorca, que había salido con tres centrales estaba muy ordenado en el terreno de juego y no permitía el juego fluido del rival.

El primer cuarto de hora pasó sin ocasiones claras, pero el partido se rompió en el minuto 16, los de Olaizola cobraron un córner que sacó Culio y Raillo, entrando desde atrás, remató de cabeza a la red adelantando a su equipo.

El gol dio confianza a los visitantes que, apenas un minuto después dispuso de otra buena ocasión, y también de córner. Ansotegi, atento, peino el balón y Brandon, escorado en el segundo palo remató al lateral de la red.

La buena labor defensiva de los bermellones hacía que el UCAM apenas inquietara la portería de Cabrero. De hecho la siguiente ocasión también se la apuntaron ellos. Juan Domínguez recibió un balón en el área, se giró, pero su balón salió rozando el palo largo defendido por el mallorquín Biel Ribas.

Con el gol en contra y sin ocasiones en su haber, los murcianos dieron un paso adelante y llevaron el esférico a las inmediaciones de la portería mallorquina, pero sin peligro real. Los isleños, por su parte, optaron por la citada solidez defensiva y por el juego directo buscando a Lago y a Brandon y las segundas jugadas.

La segunda mitad comenzó con los locales muy enchufados, con ganas de empatar el partido cuanto antes y acosaron la portería de Cabrero con intensidad e intención. Ya en el minuto 46 metieron el miedo en el cuerpo de los isleños con un tiro desde fuera del área que desvió Raillo en el último momento. El córner posterior lo remató solo Jona, pero a las manos del portero. El acoso duró unos minutos, los que tardó el Mallorca en situarse, y el partido se equilibró.

Los mallorquines seguían apostado por el juego directo mientras que los murcianos intentaban elaborar más, aunque la buena actitud defensiva de los visitantes abortaba cualquier intento de ataque. Los murcianos controlaban el balón pero no terminaban de dominar el juego y los de Olaizola amenazaban con algunas contras.

La jugada polémica del partido llegó en el minuto 80, el árbitro pita un dudoso penalti en contra del Mallorca, que fue muy protestado por los isleños y Jona, desde los nueve metros, no perdono. Con el empate el partido se abrió y el marcador pudo cambiar en el tiempo de descuento cuando el portero local taponó un intento de vaselina de Angeliño casi sin espacio.