Los violentos no son clubs ni pueblos, son personas. Este fin de semana dos personas entraron en un vestuario arbitral y coaccionaron, amenazaron e intimidaron a nuestro compañero. Posteriormente nuestro compañero se puso en contacto con el Club CIDE y gracias a la colaboración de su coordinador Rubén Sarrión y de su Presidente uno de los violentos, que no estaba identificado al no haber presentado ficha, fue plenamente identificado a los pocos minutos y así consta en acta del partido.

Este es el camino a seguir, la implicación de todos, nada de amparar con el silencio este tipo de conductas. El CIDE ha dado una lección ejemplar, no vale tapar estas conductas y proteger a los violentos que dan mal nombre a pueblos y equipos. ¡¡Enhorabuena CIDE!!… A ver si aprenden por Llucmajor de este ejemplo de cooperación y de condena a la violencia, allí todavía no han querido identificar a los agresores que dos semanas protagonizaron una cobarde agresión. Resulta increíble que con su silencio amparen la violencia.

Tarjeta Blanca para el CIDE y de otro color para el Llucmajor.

 

 

CAFIB