«Qué raro se me hace estar aquí como visitante». Nada más llegar al aeropuerto de su Mallorca querida, Miquel Àngel Moyà expresó su sentimiento de extrañeza por llevar un escudo distinto al que siempre ha lucido. El ahora valencianista fue uno de los jugadores que despertó más expectación entre la treintena de aficionados que esperaban en la puerta B de Son Sant Joan. Ha sido uno de los grandes ídolos del mallorquinismo, pero ahora defiende otros intereses. Eso sí, no esconde su orgullo por la excelente trayectoria del Mallorca de este curso. «Si a principios de temporada nos dicen que a estas alturas nos enfrentaríamos para disputar puestos de Champions, ni los más optimistas lo habrían pensado. No tengo que descubrir al Mallorca. Lo está haciendo sensacional en Son Moix ya que se ha permitido el lujo de sólo perder dos partidos y ganar todos los demás. Esto de cara al visitante da mucho respeto», explicó ayer a DIARIO de MALLORCA minutos después de aterrizar.

La marcha de Moyà dejó cinco millones en las arcas rojillas. Su fichaje despertó una enorme expectación en la capital del Túria, aunque el técnico Unai Emery le dejó en el banquillo en beneficio de César tras iniciar el curso como titular. «Cuando encadenamos algunos malos resultados se buscaron cambios, y uno de ellos fue el de la portería. Mi primera temporada podría ser mejor, pero tampoco estoy descontento», dijo. El de Binissalem ha disputado diecisiete encuentros entre Liga, Copa y la antigua UEFA, un balance que aspira a aumentar en el futuro. «Es la primera vez que vengo a Mallorca y tengo la ilusión de jugar, pero tendré muchos años para hacerlo, si no es ahora, será el que viene», comentó. La mente del Valencia, que el jueves quedó apeado de la Liga Europa, está centrada en asegurar el tercer escalón del campeonato. «Queremos unir fuerzas para conseguir esta tercera plaza que nos dé el pase directo a la Champions», dijo. Moyà desea que el que acompañe a los ´ché´ en el mejor torneo del continente sea el Mallorca. «Seguro que puede aguantar este ritmo porque no tiene otra competición, los jugadores están bien y con la ilusión que tienen pueden demostrar que pueden estar ahí arriba», concluyó.

Me siento raro llegar aquí como visitante, cuando llegue saludará a más de veinte personas.

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