La decisión del club de suprimir accesos para ahorrar gastos provocó incidentes el domingo.

J. BAUZÀ. PALMA. Los ecos de la asfixia económica por la que atraviesa el Real Mallorca han llegado hasta los tornos de entrada a Son Moix. «Hace unas semanas iniciamos una reestructuración y se quitaron varios tornos», dijo ayer a este diario un portavoz del club, aunque no supo precisar cuántos han sido eliminados.

La falta de accesos provocó algunos incidentes el pasado domingo en el Ono, minutos antes de que arrancara el partido entre el Mallorca y el Valencia. La Policía Nacional tuvo que intervenir para calmar los ánimos de decenas de aficionados por las largas esperas que sufrieron para entrar en el recinto.

La tensión se concentró en la entrada de Tribuna de Sol, donde la eliminación de dos tornos para ahorrar costes se agravó por la rotura de otros dos. Únicamente estuvieron activos media docena de accesos, cuando lo habitual es que hubiera en funcionamiento el doble.

«En su momento ya avisamos a los aficionados a través de la página oficial del club que fueran previsores y que vinieran con antelación para evitar colas», argumentó este portavoz de la entidad bermellona. «Pero visto lo que sucedió el pasado domingo, insistiremos en nuestra recomendación», añadió esta misma fuente.

La falta de tornos afectó a cerca de un millar de aficionados, que formaron colas de más de cien metros. Los aficionados, algunos de los cuales accedieron a sus localidades iniciado el encuentro, estallaron en gritos de «¡Fuera, fuera!». Los agentes de la Policía Nacional templaron el ambiente y colaboraron con los miembros de la seguridad privada de la institución bermellona para agilizar la entrada al estadio.

Estos mismos incidentes se reprodujeron hace dos semanas, aunque a menor escala, coincidiendo con el encuentro de Liga que el Mallorca disputó contra el Sporting de Gijón. Entonces la entidad balear pidió disculpas a los afectados por las molestias ocasionadas.

Por el momento el Real Mallorca no ofrece soluciones a la carestía de tornos, más allá de los llamamientos a los espectadores que acudan a ver el partido para que hagan acto de presencia en el estadio con suficiente antelación.

La supresión de accesos se enmarca dentro de la política de austeridad que lleva a cabo la entidad balear a consecuencia de la delicada situación económica por la que atraviesa y que le ha llevado a las puertas del concurso de acreedores. En este caso, a menos tornos, menos personal de seguridad necesario para vigilar la entrada al recinto los días de partido.

DIARIO DE MALLORCA